Chamanismo es un término generalmente usado en referencia a las prácticas etnomédicas, mágicas, religiosas (animistas, primitiva) y filosofía (metafísica), que implican la curación, trance, supuestas metamorfosis y contacto directo entre los cuerpos y los espíritus de otros chamanes, seres míticos, de animales, de los muertos y de otras formas de vida.
Etimológicamente, chamán proviene del ruso – tungue saman – y corresponde a las prácticas de pueblos no budistas de las regiones asiáticas y árticas, especialmente Siberia (región centro-norte de Asia).A pesar de la especificidad de esas prácticas en la región no existe, sin embargo, origen histórico o geográfico para el chamanismo como es conocido hoy, tampoco principio unificador. Otros nombres utilizados para designar al chamán son hechiceros, médico-hechiceros, magos y curanderos.
Los antropólogos discuten todavía en la definición del chamanismo la experiencia biopsicosocial del trance y éxtasis religioso, así como las implicaciones sociales de la definición del chamanismo como hecho social. Es considerado una tradición equivalente a la magia en cuanto a práctica individualizada relacionada a los problemas y técnicas y ciencia de la supervivencia cotidiana (agricultura, caza, medicina…) o al fenómeno religioso, abstracto y colectivo.
Chamanismo entre los vikingos (Seiðr)
El Seiðr, en muchos casos, fue descrito como una hechicería realizada para hervir ciertos objetos imputados de poderes mágicos, siendo básicamente utilizado como un rito adivinatorio o para asesinato o relacionado a las tres acciones básicas: predecir el futuro, aprisionar, causar enfermedades y desgracias o matar a alguien.
Se trataba de un ritual mágico de adivinación y de tipo profético, con connotaciones chamanistas y una arte mágica creada por la diosa Freyja. Era un tipo de magia extática con trance, extásis del celebrante y cánticos de la asamblea, generalmente celebrada durante la noche y practicada sobre una plataforma llamada de asiento para el encantamiento (seiðhjallr). Su realización era conectada con sonidos mágicos o encantamientos, y la melodía era considerada hermosa para los oídos. También comprendía fórmulas mágicas para llamar tempestadas y todos los tipos de injurias, metamorfosis y predicciones de eventos futuros. Creada por la diosa Freyja, era practicada especialmente por mujeres llamadas seiðkonur (sing. Seiðkona).
Sería, antes de todo, una forma de extensión del espíritu y de sus facultades. El actuar del seiðr simbolizaría el modelo vertical del universo (cosmológico) del árbol Yggdrasill. Como para el chamán, la persona practica de seiðr debía descender al mundo de los muertos para relatar las enseñanzas que buscan los vivos y para efectuar ciertos maleficios. La magia nórdica era tanto practicada por hombres como por mujeres, con una nítida especialización femenina. Las sagas están repletas de prácticas mágicas, pero mayores detalles sobre el ritual del seiðr son desconocidos hoy.
Uso de plantas psicoactivas
Como se ha dicho, algunas prácticas chamánicas son marcadas por el uso de elementos extraídos de fuentes naturales que llevan al individuo a entrar en estados modificados de consciencia, denominados trance o éxtasis. Esos productos tienen característica de la presencia de sustancias psicoactivas o enteógenos (sustancia o elaborado vegetal).
Para entender el efecto de tales sustancias no es suficiente con analizar la composición molecular y efecto bioquímico, siendo necesario situarse en el contexto de utilización de las expectativas y formas de uso de la sustancia, incluyendo los mitos o creencias a su respecto.