El cansancio se caracteriza por la falta de resistencia causada por la fatiga, la enfermedad o exceso de ejercicio. La piel en el párpado es muy delgada (4 mm.), lo que lo hace más propenso a sufrir cambios en la elasticidad y el color.
El tejido subcutáneo que se encuentra debajo de la piel está lleno de pequeños vasos sanguíneos que, debido a la fatiga, reciben sustancias químicas liberadas por el estado de la fatiga corporal que estimula el flujo sanguíneo y provoca vasodilatación. El aumento del flujo sanguíneo en la región de la piel delgada en el párpado provoca una sombra que caracteriza físicamente la presencia de ojeras.
Las ojeras causadas por el cansancio son conocidas como ojeras vasculares. El tratamiento de las ojeras se centra en mejorar la circulación sanguínea en esa región por medio de la contracción de los vasos y puede lograrse a través de un baño estimulante, masajeando la piel con agua o a través de té de camomila. Tales consejos son algunas soluciones rápidas e instantáneas, es decir, cambian la situación al momento, sin embargo, no son una solución completa pues a partir de cierto momento vuelven a aparecer.
Existen también las ojeras pigmentadas provocadas por el exceso de melanina en los párpados y las bolsas profundas provocadas por la acumulación de grasas y líquidos también sobre los párpados. Antes de buscar soluciones para su tratamiento es importante seguir los consejos profesionales de un médico para evitar un tratamiento inadecuado.
