El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a hombres y mujeres en todo el mundo. Son registrados decenas de miles de casos por año en muchos países y la tasa de mortalidad entre las mujeres sigue siendo muy alta. El mes de octubre fue elegido para representar a la lucha contra el cáncer de mama, siendo el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, que ya se ha convertido en un movimiento internacional. Este movimiento es muy importante porque alerta a las mujeres sobres el grave problema que es el cáncer de mama e informa sobre la importancia de prevenir la enfermedad.
El cáncer de mama comienza con la división y reproducción desordenada de las células de las mamas, causando nódulos que pueden ser malignos o benignos. Ese tipo de cáncer tiene cura, pero cuanto antes sea diagnosticado, mayores serán las posibilidades de supervivencia; de ahí la importancia de un diagnóstico precoz.
Mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia; que nunca tuvieron hijos o que los tuvieron después de los 30 años de edad; o los fumadores con una historia de exposición a la radiación son más propensos a tener cáncer de mama, y por lo tanto deben iniciar la prevención después de los 35 años de edad.
En un estudio realizado en la Universidad de Granada, se diagnosticó la enfermedad en 524 mujeres, siendo que ninguna de ellas presentaba un histórico familiar de cáncer de mama. Los investigadores tomaron en cuenta el estado nutricional de las pacientes (peso normal, obesidad y obesidad mórbida) y constataron que la obesidad femenina está asociada a un diagnóstico más temprano de cáncer de mama. Se verificó también que la menarquía precoz (menstruación antes de los 10 años) tiene un papel determinante en el histórico de mujeres que presentan la enfermedad, principalmente en mujeres con obesidad mórbida. El estudio mostró que la obesidad es un factor importante para el desarrollo del cáncer de mama.
Todavía no se ha comprobado si el uso de anticonceptivos puede o no causar el cáncer de mama, pero las especialistas creen que el exceso de estrógeno en el organismo femenino puede desarrollar ese tipo de cáncer.
Generalmente se observa la presencia de un bulto en el autoexamen, en el examen clínico de los senos realizado por el médico o la enfermera, o en la mamografía. En algunos casos es posible observar cambios en el pecho, como diferencia en el tamaño de los senos, secreciones de los pezones y cambios de color o arruga en un área del pecho. A partir de ahí la mujer será sometida a varios exámenes a fin de obtener más informaciones sobre el nódulo, como tamaño y tipo. Después de todos los exámenes, el médico, en conjunto con el oncólogo, prescribirá el mejor tratamiento.
Todas las mujeres con más de 40 años deben hacerse exámenes preventivos, porque a partir de esa edad la incidencia del cáncer de mama se hace más grande.
El sistema sanitario ha de habilitar exámenes, tratamiento, detección y prevención para el cáncer de mama y cáncer de cuello uterino para todas las mujeres con más de 40 años.