Los mayas tenían dos calendarios, uno relacionado con la vida religiosa y otra que seguía los acontecimientos de especial importancia para la agricultura (condiciones climatológicas).
Calendario religioso
Llamado por los mayas de Tzolkim, el calendario religioso tuvo un año que consta de 260 días, divididos en 13 meses (cada mes tenía 20 días). Este calendario fue guiado por la luna. Lleno de predicciones astrológicas, este calendario fue conectado con el período de gestación de los seres humanos.
Los mayas creían que este calendario tenía el poder de guiar y gobernar la vida personal (amor, familia, trabajo, salud…) de los individuos.
Calendario agrícola
Los mayas llamaron a este calendario Haab. Tenía 365 días según el año solar. Estaba dividido en 18 meses de 20 días, más 5 días destinados a fiestas. Se asoció a eventos agrícolas (siembra y cosecha) realizado por los mayas.
Sincronización de calendarios
Estos dos calendarios no funcionaban de manera separada. Cada 52 años solares, los dos calendarios se sincronizaban matemáticamente por el planeta Venus.
Cada 3.172 años solares fue la fecha del comienzo de estos dos calendarios. Para los mayas, este período simboliza el comienzo de una nueva Era.