Poco tiempo antes de que Buda falleciera, sus discípulos le solicitaron que nombrara a un sucesor, sin embargo él se negó. Más bien les instó a que cada uno trabajara de manera personal y conquistara su propia salvación. Considerando que en aquel momento las lecciones del budismo se divulgaban sólo de manera oral, pronto se hizo evidente la necesidad de redactar estas instrucciones y poder formar así una base sólida que mantuviera la unidad y la pureza de la comunidad. Ante esta situación, la orden monástica budista sentenció encontrarse de manera periódica para alcanzar un acuerdo tanto en asuntos de doctrina como de prácticas religiosas. Dentro de la tradición budista hubo cuatro reuniones que fueron identificadas como Consejos Superiores.
Consejos Superiores
El Primer Consejo Superior se conmemoró en Rajagriha (actual Rajgir), inminentemente tras el fallecimiento de Buda, y fue presidido por un monje llamado Mahakasyapa (aunque en otros textos consta que fue presidido por Ananda). El propósito era recitar las enseñanzas de Buda y conseguir aunar criterios de representación con relación a éstas y a la disciplina monástica que se tenía que contraer.
Se dice que alrededor de un siglo después se conmemoró otro consejo en Vaisali. El propósito esta vez era hacer frente a 10 prácticas monásticas bastante dudosas y que eran vividas con regularidad por los monjes de la Confederación Vajjian. Entre tales prácticas se encontraba, por ejemplo, el uso de dinero o beber vino de palma. El Consejo las manifestó definitivamente fuera de la ley. Algunos eruditos consideran este suceso como naturaleza de la primera división o separación relevante dentro del budismo, asegurando que el balance final del Consejo llevó al cisma entre los Mahasanghika o Gran Asamblea (conocidos como Mahayana) y los budistas más estrictos, los Sthaviras o Ancianos (conocidos despectivamente como Hinayana). Sin embargo, la separación formal entre estos dos conjuntos se produjo 37 años después en otra asamblea, como resultado del continuo incremento de las tensiones dentro de la sangha, puesto que no consigueban ponerse de acuerdo en asuntos tales como la disciplina, la función de los laicos dentro de la religión, y la naturaleza del arhat.
Con el paso del tiempo, estos conjuntos siguieron subdividiéndose hasta llegar a formar 18 escuelas que diferían unas de otras en cuestiones filosóficas y doctrinales y en cuanto a normas de disciplina. De las 18 escuelas, la única que se ha mantenido hasta la actualidad es la Theravada.
El Tercer Consejo Superior fue citado por el monarca Asoka en el siglo III a.C., y se desarrolló en Pataliputra (actual Patna). La idea de conmemorar esta asamblea fue del monje Moggaliputta Tissa y tenía por objetivo destituir de la sangha a un gran número de falsos monjes que se habían unido a la orden sólo porque ésta contaba con la protección real. En el Tercer Consejo Superior fueron declinados todos los puntos de vista ofensivos para la fe y expulsados todos aquellos que los sostenían. Este proceso concluyó supuestamente con la recopilación de los textos y escritos budistas (Tripitaka), y con la adición de una sección de filosofía muy sutil (abhidharma) a la doctrina (dharma) y a la disciplina monacal (vinaya), ya mencionada en el Primer Consejo. Otro logro del Tercer Consejo Superior fue organizar el envío de misioneros para que recorrieran diferentes países divulgando la fe budista.
Alrededor del año 100 tuvo lugar el Cuarto Consejo Superior bajo el patrocinio del monarca Kanishka. No se sabe bien si se conmemoró en la ciudad de Jalandhar o en algún lugar del actual territorio de Jammu y Cachemira. En él debieron intervenir las dos vertientes del budismo, buscando conquistar la paz entre las diferentes sectas existentes. Lamentablemente, los budistas Theravada refutaron conceder la legitimidad del Consejo.
