Personas que pierden la visión o nacieron con esta discapacidad a menudo necesitan un medio de escritura y lectura para comunicarse y conocer su entorno. El medio más apropiado a sus características es el braille, desarrollado originalmente en un contexto militar.
El braille es un sistema de lectura para ciegos basado en el tacto el inventado por el francés Louis Braille. Su inventor perdió la visión a los tres años de edad al sufrir de un accidente, seguido de oftalmía. Cuatro años después, él ingresó en el Instituto de Ciegos de París. En 1827, ya con dieciocho años, se volvió profesor de ese instituto. Al oír hablar sobre un sistema de puntos y agujeros inventado por un oficial para leer mensajes en penumbra en lugares donde sería peligroso encender la luz, L. Braille hizo algunas adaptaciones en el sistema de puntos en relieve.
En 1829, L. Braille publicaba su método de escritura. El sistema braille es un alfabeto convencional cuyos caracteres se señalan por puntos en relieve. El deficiente visual distingue los signos, letras y números a través del tacto. A partir de los seis puntos salientes es posible realizar 63 combinaciones que representan letras simples acentuadas, puntuaciones, signos algebraicos, notas musicales y elementos algebraicos. Un ciego con experiencia puede leer 200 palabras por minuto.
L. Braille murió de tuberculosis en 1852, año en que su método fue adoptado oficialmente en Europa y América.
El sistema braille puede ser producido por impresoras eléctricas y computadorizadas; máquinas de escribir y, manualmente, con regleta y punzón.