El antisemitismo es el prejuicio o la hostilidad contra los judíos basadas en el odio de su identidad étnica, cultural y/o religioso. En su forma más extrema, atribuye a los judíos una posición discriminativa entre todas las otras civilizaciones, difamándolos como un grupo inferior y negando que ellos formen parte de las naciones en que residen. La persona que defiende este punto de vista es llamada de antisemita.

El antisemitismo se manifiesta de diversas formas, que van desde las expresiones individuales de odio y la discriminación contra las personas judías a ataques violentos organizados (pogrom), políticas de orden público o ataques militares contra las comunidades judías. Entre los casos extremos de persecución se pueden mencionar la Primera Cruzada (1906), la expulsión de Inglaterra (1290), la Inquisición Española, la expulsión de España (1492), la expulsión de Portugal (1497), diversos progroms, el Caso Dreyfus y, el más infame de la historia, el Holocausto perpetrado por la Alemania nazi.

Aunque la etimología podría sugerir que el antisemitismo está dirigida a todos los pueblos semitas, el término fue acuñado en la Alemania fines del siglo XIX como una alternativa estilísticamente científica para Judenhass (aversión a judíos) y se utiliza ampliamente desde entonces.

Etimología y uso del antisemitismo

A pesar del uso del prefijo anti, los términos semitas y antisemitas no son directamente opuestos. El antisemitismo se refiere específicamente a los prejuicios contra los judíos en general, a pesar de que hay otros hablantes de lenguas semíticas (es decir, árabes, etíopes y asirios) y no todos los judíos emplean la lengua semítica.

El término antisemita fue utilizado en algunas ocasiones para expresar el odio a otros pueblos hablantes de idiomas semitas, pero tal utilización no es ampliamente aceptada.

Los estudiosos abogan por el uso sin el guion del término antisemitismo para evitar la probable confusión al respecto del término referirse específicamente a judíos o a hablantes de idiomas semitas como un todo.

Etimología

Teniendo en cuenta la etimología de la palabra, el antisemitismo significa aversión a los semitas – de acuerdo a la Biblia, los descendientes de Sem, el hijo mayor de Noé – grupo étnico y lingüístico que comprende los hebreos, asirios, arameos, fenicios y árabes.

Pero, de hecho, la palabra antisemitismus fue acuñada en la lengua alemana en el siglo XIX, en una época en que la ciencia racial estaba de moda en Alemania, y fue utilizada por primera vez para referirse al odio hacia los judíos por el periodista alemán Wilhelm Marr, en 1873, por sonar más ‘científico’ que Judenhass (odio a los judíos). Hay autores que prefieren utilizar el término judeofobia, significando ‘aversión a todo lo que es judaico’ y ese ha sido el uso normal de la palabra desde entonces.

Por lo que se puede confirmar, la palabra fue impresa por primera vez en 1880. En ese año, Marr publicó Zwanglose Antisemitische Hefte (Libros ocasionales antisemitas) y Wilhelm Scherer utiliza el término Antisemiten (antisemitas) en el diario Neue Freie Presse, de enero de ese año. Una palabra relacionada, ‘semitismo’, fue adoptada alrededor de 1885.

Las raíces del antisemitismo

Muchos factores han motivado y estimulado el antisemitismo, incluidos los factores sociales, económicos, nacionales, políticos, raciales y religiosos.

Socioeconómicos, debido a la acción de las autoridades locales, los gobiernos y algunos funcionarios de la iglesia que obstruyeron muchas ocupaciones a los judíos, permitiéndoles sin embargo las actividades de recaudadores de impuestos, lo que sustenta que los judíos practicaron la usura.

Políticos, a través de manifestaciones en contra de la existencia de Israel, siendo muy incitados por la religión islámica y los países árabes. Uno de los grandes propagadores de antisemitismo en el siglo XX fue el régimen nazi alemán. En la actualidad, el odio hacia judíos a menudo se basa en los ideales nazis en la corriente del neonazismo, aunque el pensamiento antisemita es mucho más antiguo.

Antisemitismo contemporáneo

El antisemitismo nunca ha sido tan fuerte como hoy y, por otra parte nunca se ha escondido. Hoy el mundo está pasando por una conciencia colectiva sobre todo los tipos de prejuicios existentes y el espacio para el antisemitismo quedó escaso y vergonzoso para quien lo usa. Por eso, además de sus formas clásicas, él se presenta en nuestros tiempos de dos nuevas formas: el retroactivo y el descaracterizado.

Retroactivo – Forma de usar el propio antisemitismo para atacar al pueblo judío, acusándolo de crear o utilizar el antisemitismo para causar daño a otros, creando así un ambiente propicio para el desarrollo de odio de los judíos sin culpa. Por ejemplo, negacionismo (acusar a los judíos de crear su propia persecución en el Holocausto u otros eventos con el propósito de dominar el mundo).

Descaracterizado – Acusar a alguien o algo que se refiere a la mayoría del pueblo judío. Por ejemplo, antisionismo, acusar al estado judío de usar los mismos medios sufridos en la historia contra otros pueblos para contrarrestar validez a todo el antisemitismo anterior.