La Revolución Industrial se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVII. Para algunos historiadores fue el inicio del capitalismo y el final del feudalismo. También fue un proceso donde el desarrollo tecnológico ha sustituido al modo de producción doméstico.
Las primeras consecuencias de la Revolución Industrial fueron la migración de la población campesina a la ciudad lo que provoca el aumento de la población urbana, generando así un fuerte desarrollo urbano. Este desplazamiento de grandes masas de trabajadores rurales y sin cualificación profesional hizo que muchos quedasen en condiciones miserables de vida y de trabajo sometiéndose a abusivas jornadas de trabajo.
Los artesanos que antes dictaban su ritmo de trabajo, ahora eran forzados a someterse a la disciplina de las fábricas y a ser auxiliados por las máquinas. Pasaron también a sufrir la competencia de mujeres y niños. En la industria textil del algodón, las mujeres ocupaban más de la mitad de la masa obrera. Los niños solían empezar a trabajar a partir de los 6 años de edad. No había ninguna garantía contra los accidentes ni indemnizaciones. En consecuencia, se fortaleció el poder económico, social y político de los grandes empresarios, que pagaban bajos salarios por la fuerza de trabajo.
Los métodos de producción mecanizados se hicieron más eficientes con la aplicación de innovadoras técnicas en el campo de la industria y el descubrimiento de una nueva fuente de la energía producida por el vapor. Los productos comenzaron a producirse más rápidamente, reduciendo el precio y estimulando el consumo de las masas. Por otro lado, también aumentó el número de desempleados debido al rápido crecimiento demográfico y a las capacidades técnicas de las máquinas. Las máquinas fueron sustituyendo, poco a poco la mano de obra humana.
También hubo una enorme expansión del comercio, que se vio favorecido por la mejora de las rutas de transporte. La aplicación de los nuevos inventos de medios de transporte terrestre y el acceso marítimo influenciaron el acceso a mercados cada vez más distantes. Por lo tanto, se generaba una ampliación de la dimensión de los mercados extranjeros, acompañada de una nueva forma de división del trabajo.
