Uno de los principales acontecimientos en la edad media fue la implementación del feudalismo como modelo económico. Esta estructura se basó principalmente en la agricultura, realizada en grandes propiedades rurales.
El intercambio de productos y bienes era común en la economía feudal. Básicamente agropastoril, la estructura económica era de carácter autosuficiente y con intercambios naturales. Con respecto a técnicas de trabajo agrícola, la producción fue muy baja, porque los instrumentos eran muy rudimentarios.
Aunque existió el comercio, no era una actividad predominante. El comercio existió de dos maneras: locales comerciales (donde estaba el intercambio natural) y a larga distancia (responsable por el suministro de determinados productos como sal, pimienta y clavo de olor). Aunque poco usado, las monedas fueron un papel fundamental en los intercambios monetarios.
El feudo era la base económica de la época: cuanto mayor era el número de lotes de tierra, mayor era el poder adquirido. Tales tierras se dividían en tres partes: tierras colectivas o campos abiertos (uso común, donde se recogía madera, frutos y se efectuaba la caza), reserva señorial o propiedad privada del señor (uso exclusivo del señor feudal) y manso servil (tierras usadas por los siervos para mantener el propio sustento y el cumplimiento de las obligaciones feudales).
Crisis del feudalismo
Relacionada con el crecimiento de la población, la crisis feudal tiene sus orígenes en el siglo XI. Factores asociados con las crecientes innovaciones técnicas como el uso del arado, mejor uso de la fuerza del caballo en el arado, herraduras y molino de agua, colaboraron para que el sistema entrase en decadencia.
Expandiéndose la agricultura, las áreas para el cultivo, como bosques y pantanos, generaron un crecimiento fuerte de la población, llevando al surgimiento de una nueva serie de problemas sociales, como el bandolerismo, miseria y guerras internas por la lucha de más tierras.
Los problemas en los feudos, asociados a la distribución de tierras y las altas tasas de pago agilizaron el proceso de revueltas de campesinos en oposición a un sistema de vida miserable.