En la mitología clásica, Dioniso es el dios griego de la naturaleza, de la fertilidad, de la alegría, del teatro, del entusiasmo y del vino. En la mitología romana se llama Baco.
Era hijo de Zeus y Sémele, que murió en el parto. Nieto del fundador de Tebas, el rey Cadmo, Dioniso es hijo del dios del Olimpo, el Gran Zeus, que se disfrazó de hombre para seducir a la bella tebana Sémele. Víctima de una trampa de Hera, Sémele explotó cuando Zeus se le apareció en forma humana.
Dionisio fue salvado por su padre, y debido a esto caso, afirman que él nació dos veces. Frente al esplendor de Zeus, Sémele se hizo pedazos y el recién nacido también. Zeus salvó su corazón y lo cosió en su muslo, donde permaneció hasta el nacimiento.
Con el poder de crear potentes fármacos, Dioniso es considerado el dios de la fiesta. Es inspirador de la fertilidad y, por lo tanto, también es llamado el dios de la libido. Por su influencia en la fertilidad es relacionado con la agricultura, más específicamente con los árboles frutales.
Continuamente perseguido por Hera, Dioniso fue criado por un protector a la orden de Zeus. Así es como aprende el arte de hacer vino. Su figura se asocia siempre con una vid y está representado en compañía de muchas personas.
Es común la apariencia de felicidad inducida por el alcohol en las representaciones de Dioniso. Suele ser representado bebiendo en un cuerno y con ramos de vid.
En homenaje al alegre dios del vino, los griegos hacían grandes fiestas. En Italia, donde es conocido como Baco, había una fiesta denominada Bacanal. Esa fiesta fue prohibida por la inducción al consumo de alcohol y situaciones embarazosas. En estas fiestas los amantes del dios bailaban una danza de saltos o danza de abono que simbolizaba el éxtasis causado por el vino. Tal danza era acompañada por movimientos dramáticos e himnos cantados en coro. Nacieron así las famosas Dionisias Urbanas.
El instrumento musical tocado en las Dionisias Urbanas era la flauta; se utilizó un verso llamado ditirambo y la canción fue acompañada de una danza coral cuya coreografía tenía movimientos ilustrativos. Los participantes llevaban máscaras que simbolizaban la transformación dramática.
Fue, así, en las Dionisias Urbanas que surgieron las primeras manifestaciones del teatro, por eso Dionisio es también considerado el dios del teatro.
