La industria de alimentos se preocupa cada vez más con la calidad de los productos que coloca a disposición de los consumidores. En esta perspectiva, están muy atentos a la investigación, la promueven y de ella extraen los conocimientos necesarios para la producción de productos con características bien específicas, para un consumidor más selectivo.
Así, fueron apareciendo en el mercado de alimentos un conjunto de productos modificados que tienen el objetivo de mejorar nuestro suministro de alimentos. Nos gustaría llamarlos milagroso, pero en realidad no lo son.
Hay, en grandes cantidades en el mercado, dos tipos de productos que atraen a los consumidores buenos: diet y light.
Productos diet – Son considerados productos diet aquellos que sufren cualquier modificación – por adición o sustracción – de uno o más nutrientes, como por ejemplo: azúcares, aminoácidos, colesterol, sodio…Estos productos son producidos para responder a necesidades terapéuticas específicas de personas con determinadas enfermedades – enfermedad celíaca, diabetes… – o con necesidades particulares en un determinado periodo de tiempo – lactantes, embarazadas, deportistas. Ningún producto diet tiene necesariamente menor valor calórico que el producto.
Productos light – son considerados productos light aquellos que sufren una reducción en su valor calórico en relación al producto original. El menor valor calórico de estos productos es conseguido en base a la reducción o de la sustitución de, fundamentalmente, dos nutrientes: azúcares y grasas. En la mayoría de las veces, los azúcares son sustituidos por edulcorantes, para que el producto mantenga el sabor dulce que es tan de agrado de la mayoría de las personas.
Después de esta breve caracterización de productos dietéticos y luz, debemos decir que el primero debe ser consumido únicamente por personas que necesitan ciertas restricciones en la dieta y, por tanto, con el asesoramiento de un nutricionista, médico u otro profesional de la salud habilitado. Los productos light no carecen de ese tipo de autorización, pudiendo ser usados por el consumidor común y con aquellos con restricciones alimentarias por razones de salud o dietéticas. Sin embargo, conviene resaltar tres aspectos:
- El consumo abusivo de productos con aditivos tales como edulcorantes, es perjudicial.
- Como son productos de bajo valor calórico, hay una tendencia por el consumo excesivo, que conduce, en el mismo, a un exceso de calorías.
- Estos productos tienen normalmente un precio elevado.
Una vez más se insiste en que la clave está en encuadrar a nuestra alimentación una perspectiva racional y, de ese modo, los productos light no necesitarán ser utilizados. Digamos que el consumo de tales productos servirá para aliviar nuestras conciencias de que seguimos una alimentación correcta.