El despotismo es una forma de gobierno donde la autoridad es ejercida por una persona que gobierna con poder político absoluto y abuso sobre los términos de la ley, teniendo el poder por encima de la razón.
En su forma clásica, el despotismo es un estado en el que un solo hombre, llamado déspota, conserva todo el poder y cualquier otra persona relacionada con el gobierno es considerado no como esclavo, sino como un miembro de la familia.
La palabra déspota proviene del griego despotes, que tiene significado aproximado de ‘maestro’ o ‘aquel que detenta el poder’. Ese término ha sido utilizado para traducir una gran variedad de títulos y cargos.
El despotismo fue utilizado para describir el poder y la autoridad de los faraones de Egipto, de la corte bizantina como un título de nobleza y por los gobernantes de países vasallos bizantinos, también siendo adoptado como un título de los emperadores bizantinos.
Así, es posible encontrar diferentes significados para la palabra despotismo e interpretaciones en diversos momentos de la historia. Por lo tanto, no puede ser descrita por una única definición.
El despotismo es similar a otros títulos griegos como soberano y autócrata, que junto con el déspota, se han utilizado en varias ocasiones para describir desde un simple jefe gobernante local, hasta emperadores o reyes.
Hoy en día, el término despotismo envuelve un gobierno tiránico. Por lo tanto, puede significar tiranía (dominancia a través de castigo y violencia que sirven para oprimir), así como absolutismo o dictadura.
Entre los déspotas más famosos de la historia humana podemos mencionar:
- Luis XVI de Borbón – Francia del siglo XVIII
- Napoleón Bonaparte – Francia XVIII y siglo XIX
- Benito Mussolini – Italia del siglo XIX
- Iósif Vissariónovich Stalin – Rusia del siglo XIX
- Floriano Peixoto – Brasil de finales del siglo XIX
- Adolf Hitler – Alemania, 1934- 1945
- Getúlio Dornelles Vargas- Brasil, 1930 – 1945
- Augusto Pinochet – Chile, 1973 – 1990
- Fidel Castro – El presidente de Cuba, 1976-2008
- Saddam Hussein – Irak, 1979 – 2003
Otra definición importante es que, según Montesquieu, un filósofo de la Ilustración, hay una diferencia entre la monarquía absoluta y el despotismo. En el caso de la monarquía, una persona gobierna con un poder absoluto por las leyes fijas y establecidas, mientras que un déspota rige por su propia voluntad y capricho.
Despotismo ilustrado
El despotismo ilustrado, también llamado despotismo benevolente por algunos historiadores modernos, es un concepto político que define una forma de monarquía absoluta inspirada en la Ilustración, es decir, hubo una unión entre el absolutismo y las ideas de la Ilustración.
Los monarcas ilustrados dieron especial énfasis a la racionalidad. Ellos tendían a permitir la tolerancia religiosa, la libertad de expresión y de prensa, así como el derecho a mantener la propiedad privada. La mayoría de ellos promovió las artes, las ciencias y la educación.
El concepto de despotismo ilustrado fue formalmente descrito por un historiador alemán llamado Wilhelm Roscher en 1847 y sigue siendo controvertido entre los estudiosos.
Esta forma de gobierno consideraba que el poder real no emanaba de un derecho divino, sino que surgía de un contrato social en que el gobernante tenía el deber de gobernar sabiamente.
La diferencia entre un déspota ilustrado y un déspota absolutista se basa en un análisis exhaustivo del grado en que abrazaron la época de la Ilustración.
Por ejemplo, aunque que la emperatriz rusa Catalina II rechazó por completo el contrato social, ella abrazó muchas ideas de la Ilustración. Fue un gran mecenas de las artes en la Rusia Imperial e incorporó muchas ideas de los filósofos ilustrados, especialmente de Montesquieu, que tenía la intención de revisar la legislación rusa.
