El despotismo es una forma de gobierno donde el poder está en manos de un gobernante único. En este sentido, los súbditos son tratados como esclavos. A diferencia de la dictadura y la tiranía, esta no depende de las reglas y tener condiciones de sobreponerse al pueblo, sino de la gente que no es capaz de expresarse y el auto-gobierno, dejando el poder en manos de uno solo, por miedo o desconocimiento de no saber qué hacer. El despotismo, de acuerdo a Montesquieu, se trata de sólo un gobierno, sin leyes ni reglas, que arrastra todo con su voluntad y capricho.
El despotismo prevaleció en las realizas que existía antes de los griegos, cretenses, micénicos, imperios orientales, etc. La autoridad personal y arbitraria era el patriarca de una comunidad. Con el crecimiento de la población a través del matrimonio, la expansión territorial provocada por la conquista militar y la división del trabajo por funciones internas ejercido por la mujer y el trabajo esclavo realizado por los prisioneros de guerra, se entró a la necesidad de repartir funciones. Los delegados del patriarca y sus consejeros lo ayudaban a ejercer control cerrado sobre sus subordinados y sobre aquellos que se aprovechaban de sus tierras.
El despotismo es, sin duda, la más simple forma de gobierno. Se basa en un concepto simple: el poder tiene la razón y es incuestionable. En una sociedad despótica, los poderes son, sin duda, gestionados por quienes detentan el poder sobre los militares y por lo tanto, pueden aumentar sus pedidos y reclamos. Debido a la opresión experimentada en este tipo de régimen, los déspotas a menudo encuentran que su capacidad para controlar a la población es proporcional a la utilización de tropas armadas en las ciudades donde vive la gente.
Una característica típica destacada por Tocquevilleé es que el despotismo pone de relieve la falta de conexión entre los gobernados. En su libro “Democracia en América” en un fragmento del capítulo IV se indica: “El despotismo, que, por su naturaleza, es temeroso, encuentra en el aislamiento de los hombres la más segura garantía de su duración”.
Por otra parte, por ser una forma de gobierno centralizada, el despotismo tiene dificultades para luchar eficazmente contra la insurgencia y prevenir la desviación de las finanzas del Estado si su territorio es demasiado grande. Los déspotas pueden pagar un precio demasiado alto para el despilfarro y la corrupción en sus sociedades. Y con el desarrollo de formas más sofisticadas de gobierno, los déspotas se dan cuenta de que dar un golpe de Estado es necesario para aumentar el crecimiento.
Déspota es una clasificación dada a la persona que gobierna de manera arbitraria u opresiva. A menudo, estas personalidades alcanzan el poder por medios democráticos o los movimientos populares, pero con el tiempo tienen por objeto tratar impedir a las demás instituciones, el Estado de derecho de interés propio y adquirir autoridad absoluta. El despotismo se equipara aquí a la dictadura en la medida que la persona que ocupa todo el poder político solo o con un pequeño grupo de personas se responsabilizar de oprimir a la fuerza opositora por los medios necesarios.
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