Al hablar de la acción de las leyes en la sociedad, es relativamente fácil encontrar personas que están en desacuerdo con algunos puntos de las normas que rigen nuestros derechos y deberes. Conscientes de ello, el pensador norteamericano Henry D. Thoreau hizo uso de un concepto de la acción política bastante peculiar conocido como desobediencia civil. En términos más sencillos, la desobediencia sería la organización de actos para los que la gente simplemente en público no cumplan una ley vigente.
En principio, la desobediencia civil puede parecer un acto de falta de respeto a la ley o una forma de promover un nuevo tipo de anarquía. En este sentido, el concepto de Thoreau parece una afrenta a la orden y un desprecio por el proceso democrático que determina la aprobación de las leyes vigentes. Sin embargo, la desobediencia civil sigue algunos patrones que van más allá del mero incumplimiento de lo ordenado.
Un primer principio es el apoyo de la desobediencia contra las leyes que tienen un comportamiento claramente injusto. Por lo tanto, observamos que tales actos no se organizan de una manera deliberada, y mucho menos tienen la intención de subvertir las leyes que rigen el estado. La característica es la reforma de la desobediencia civil, en la medida en que la movilización exige la formulación de otra ley que satisfaga las demandas de sus participantes.
Otro punto clave es que los actos de desobediencia civil de forma explícita deben evitar la violencia. Por esta razón, no puede ser visto como una afrenta al sistema democrático que prevé la aprobación de leyes. Si los participantes no pueden cambiar la ley, no utilizarán la fuerza para que sea modificada o coaccionar a otros que no lo hagan. Así, el deseo de la mayoría está siendo adecuadamente protegido.
Entre los muchos ejemplos de desobediencia civil ocurridos en la historia, podemos destacar las protestas de las mujeres británicas que se encadenaron en público con el fin de obtener el derecho al voto. Entre los años 1920 y 1940, Mahatma Gandhi condujo a miles de indígenas en la marcha por la paz que requerir el fin del dominio británico en su país. Durante la guerra de Vietnam, los estadounidenses jóvenes rechazaron el servicio militar por no estar de acuerdo con las razones del conflicto.
De hecho, podemos ver que la desobediencia civil es un acto que fortalece el sistema democrático para representar a la misma libertad de opinión. Por otro lado, también señala el papel político de los ciudadanos como un ser que piensa que las leyes durante su transcurso. Después de todo, la transformación de los valores de la sociedad lleva al desarrollo de otras necesidades que sólo pueden ser satisfechas con la revisión de nuestra propia organización.