En el siglo XIX, la ola neocolonialista incitó a los franceses a la dominación del territorio argelino. Usando débiles justificaciones relacionadas con la acción de los piratas en la región y el respeto a su autoridad, el gobierno francés ha desarrollado la invasión de Argelia en 1830. Ya en aquel momento, la resistencia de la población local ha impuesto una situación de conflicto delicado que sólo llegó a ser estabilizada desde 1848.
Durante el proceso de colonización, observamos que los colonos de varias naciones europeas ocuparon la región norte de Argelia en busca de tierras fértiles disponibles en ese espacio. El proceso de despojo de los nativos impuso la primera diferenciación entre argelinos y europeos, que generalmente eran llamados de pies negros en virtud de las tierras que conquistaron.
Durante su estancia en Argelia, los franceses se alían a las élites locales ofreciendo importantes posiciones de autoridad y abriendo la puerta de sus instituciones educativas a niños de la élite. Con el tiempo, esta élite educada bajo los moldes europeos organizaría un discurso político contra la presencia francesa en territorio argelino. Es cuando el proceso de independencia conquistó sus primeros pasos.
Resistiendo el fortalecimiento de ese autonomista de movimiento, Francia, decidió otorgar en 1947 la extensión de la ciudadanía francesa a todos los argelinos y permitir que los musulmanes también ocupasen cargos públicos. A pesar de la acción, este año estuvo marcado por la fundación del Frente de Liberación Nacional (en árabe: Jabhet al-Taḩrīr al-Waţanī) que alimentaría una lucha por la independencia del pueblo argelino.
Entre los años 1954 y 1955, el movimiento independentista terminó reforzando distintas situaciones de conflicto que se aprovecharon de la derrota francesa en la guerra de Vietnam y el apoyo de la opinión internacional. Inicialmente, el gobierno francés trató de resistir la situación realizando detenciones arbitrarias, torturas y actos de naturaleza terrorista. Sin embargo, por la resistencia, el presidente Charles de Gaulle acepta la independencia argelina firmando un término que reconoció la soberanía política de Argelia en 1962.
Desde entonces, Argelia se convirtió en República de Argelia Popular Democrática y tuvo como presidente electo a Ahmed Ben Bella (1918-2012). Fundado bajo principios socialistas, el nuevo gobierno cuenta con la participación única del FNL como partido político. Todavía hoy las disputas políticas y la miseria obstaculizan el desarrollo de esta nación norte-africana.