La autoestima es la percepción que cada uno tiene de sí mismo en términos más afectivos. Este es el resultado de un largo proceso, determinado por una serie de experiencias que surgen como consecuencia del contacto con diferentes contextos. Familia, escuela y sociedad en general dan la información individual que permanentemente se utiliza en la construcción de esta imagen. Los comentarios, los éxitos y fracasos, el estilo educativo parental, los valores y los modelos sociales son algunas de las pistas que van siendo transmitidos al sujeto y que contribuyen decisivamente a perfilar una imagen más o menos positiva de sí mismo. La familia no es la única responsable en esta construcción pero coloca en ella muchos cimientos significativos.
Cómo ayudar a estimular la autoestima
Ayudar a un hijo a gustarse a sí mismo es medio camino realizado para alcanzar su propia felicidad. ¿Habrá mayor herencia que este logro? ¿Qué podrá entonces hacerse para que el hijo pueda, con mayor probabilidad, una autoestima positiva? A pesar de no existir recetas, dejamos algunas sugerencias.
Estar orgulloso de su hijo ser como él es, puede que no sea un buen estudiante, o toque un instrumento musical que tanto te gustaría pero tiene, con toda certeza, otras cualidades y talentos.
Se debe elogiar y pequeñas y grandes victorias. No es necesario, sin embargo, pasar la vida dando refuerzos positivos. Los padres pueden regañar, llamar la atención, imponer límites, siempre que reafirmen la confianza en las capacidades de los hijos y expresen la convicción de que ellos son capaces de hacerlo mejor.
Debe alabarlo por pequeñas y grandes victorias. No es necesario, sin embargo, pasar la vida dándole refuerzo positivo. Los padres pueden regañar, llamar la atención, imponer límites, desde para reafirmar la confianza en las capacidades de niños y expresar la convicción de que son capaces de hacer mejor.
Valorar los pequeños progresos que está haciendo un hijo, especialmente si es un área en la cual presenta dificultades naturales.
Fortalecer los aspectos negativos de un hijo contribuirá para que se desarrollen todavía más aspectos negativos. La censura, la crítica permanente, contribuyen apenas a la destrucción progresiva de su autoestima.
Evitemos caer en la tentación de comparar al sujeto con su primo, su vecino, su hermano o su amigo. Él es un ser único, con un ritmo propio de desarrollo y sólo puede ser comparado con él mismo. Ayúdelo a relativizar los fracasos y a intentar encontrar razones explicativas para su surgimiento. A menudo el fracaso escolar es señalado como carencia de capacidad, afectando emocionalmente a las personas.
Si su niño es demasiado duro consigo mismo, ayudarlo a establecer metas menos ambiciosas es un buen paso a tomar. El perfeccionismo es un gran enemigo de la felicidad, una vez que el perfeccionista persigue los mejores resultados, no siempre alcanzables.
Si todavía existen dudas sobre el valor de este aspecto tan fundamental para el individuo, veamos algunos datos a reflejar. Las personas con baja autoestima tienen reducida su autoconfianza y, por eso, no creen en sus posibilidades; viven centrados en sus dificultades y tienen bajas expectativas, lo que conduce a bajos resultados en sus tareas. A nivel profesional tienen grandes dificultades en definir objetivos, en utilizar estrategias y en tomar decisiones.
