El tratamiento del agua es un conjunto de procedimientos físicos y químicos que se aplican en el agua para promover las condiciones adecuadas para el consumo, es decir, que se convierta en agua potable. El proceso de tratamiento de agua libra de cualquier tipo de contaminación, previniendo la transmisión de enfermedades.
Proceso del tratamiento de agua
Existen métodos del tratamiento de agua que utilizan una tecnología simple y de costos reducidos. En una planta de tratamiento de agua, el proceso se produce en varias etapas.
Coagulación: cuando el agua en su forma natural (bruta) entra en la estación de tratamiento, recibe, en tanques, una determina cantidad de sulfato de aluminio. Esta sustancia sirve para aglomerar (juntar) las partículas sólidas encontradas en el agua, tales como la arcilla.
Floculación: en tanques con el agua en movimiento, las partículas sólidas y coloidales presentes en el agua se aglutinan en flóculos mayores, permitiendo su filtrado.
Decantación: en otros tanques, por acción de la gravedad, los flóculos con impurezas y las partículas se depositan en el fondo de los tanques, separándose del agua.
Filtración: el agua pasa a través de filtros formados por carbón, arena y piedras de diferentes tamaños. En este paso, pequeñas impurezas son retenidas en el filtro.
Desinfección: se aplica en el agua cloro u ozono para eliminar los microorganismos causantes de enfermedades.
Fluorización: se aplica flúor en el agua para prevenir la formación de caries dental en niños.
Corrección de PH: se aplica en el agua una cierta cantidad de cal hidratada o carbonato de sodio. Este procedimiento sirve para corregir el PH del agua y preservar la red de tuberías de distribución.