Los gremios de artesanos fueron asociaciones, existentes en la edad media, que reunieron a los trabajadores (artesanos) de la misma profesión. Había varios tipos de corporaciones de oficios tales como carpinteros, herreros, sastres, zapateros, panaderos, entre otros.
Estas asociaciones fueron utilizadas para defender la mano de obra y los intereses económicos de los trabajadores. Cada profesional contribuyó con una tarifa para mantener la asociación en funcionamiento.
Los gremios de artesanos estaban bien organizados. Las siguientes categorías existían en un gremio:
Maestros: eran los dueños del taller y con mucha experiencia en el campo en que trabaja.
Oficiales: había ejercido una buena experiencia en el área y recibían salario por sus funciones.
Aprendices: eran jóvenes en carrera temprana que se encontraban en el taller para aprender el trabajo. No recibían salario, pero ganaron, a menudo, una especie de ayuda.
Los gremios de artesanos pueden considerarse como una especie de embrión de sindicatos modernos.
