El metano (CH4) es un gas que no tiene color (incoloro) ni olor (inodoro). Considerado como uno de los hidrocarburos más simples, tiene baja solubilidad en agua y, cuando se añade aire, se vuelve altamente explosivo.
Producción
El metano es producido por procesos naturales a través de:
- Descomposición de residuos orgánicos.
- Digestión de los animales herbívoros.
- Metabolismo de ciertos tipos de bacteria.
- Volcanes de lodo.
- Extracción de combustibles minerales (principalmente petróleo).
- Calentamiento de biomasa anaeróbica.
Encontramos en la atmósfera el gas de metano en una proporción de aproximadamente 1,7 ppm (partículas por millón). Como puede ser producido a través de materia orgánica puede ser llamado biogás. De esta manera, se utiliza como fuente de energía.
Gas metano y efecto invernadero
Uno de los aspectos negativos del metano es que participa en la formación del efecto invernadero, contribuyendo al calentamiento global.
Peligro para la salud
Si se inhala en cantidades significativas, el metano puede provocar asfixia, paro cardíaco, inconsciencia y hasta daños en el sistema nervioso central.