La cultura se define como el conjunto de manifestaciones artísticas, sociales, lingüísticas y de comportamientos características de un pueblo o civilización. Por lo tanto, forman parte de la cultura de un pueblo las actividades y manifestaciones tales como la música, el teatro, los rituales religiosos, la lengua hablada y escrita, los mitos, los hábitos alimentarios, los bailes, la arquitectura, las invenciones, los pensamientos, las formas de organización social, las leyendas e historias autóctonas, entre otros aspectos.
Una de las capacidades que distinguen a los seres humanos de animales irracionales es la capacidad de producción de la cultura.
Entendiendo el concepto
Es común decir que una persona no tiene ninguna cultura cuando ella no tiene ningún contacto con la lectura, artes, historia, música, etcétera. Si comparamos un profesor universitario con un individuo que no sabe leer ni escribir, la mayoría de la gente llegaría a la conclusión de que el maestro está lleno de cultura y la persona analfabeta carente de toda cultura. Pero, después de todo, ¿qué es la cultura?
Para el sentido común, la cultura tiene un sentido de erudición, una vasta y variada educación adquirida a través de diversos mecanismos, principalmente el estudio. De hecho, existen expresiones que refuerzan este sentido como ‘la gente no tiene ninguna cultura’, ‘las nuevas generaciones no conocen la buena música’, ‘los jóvenes no tienen educación’, entre otros. De hecho, ese entendimiento de cultura resulta erróneo y arbitrario en cuanto a lo que el término se refiere.
No podemos decir que un indígena que no tiene contacto con la literatura ni con la música clásica no posea cultura. Entonces, ¿dónde quedarían sus costumbres, tradiciones y lengua?
El concepto de cultura es bastante complejo. En una visión antropológica, podemos entender la idea como la red de significados que dan sentido al mundo sobre un individuo, es decir, la sociedad. Esta red compone de un conjunto de varios aspectos, tales como las creencias, valores, costumbres, leyes, moral, lengua…
En este sentido, podemos llegar a la conclusión que es imposible que un individuo no tenga cultura, después de todo, nadie nace y se queda fuera de un contexto social, sea cual sea. También podemos afirmar que señalar una cultura en particular (la cultura occidental, por ejemplo) como un modelo a seguir por todos los pueblos y civilizaciones es una visión de extremo etnocentrismo.
¿Sabía usted?
En el año 2001, la UNESCO proclamó el 21 de mayo como el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo para aumentar conciencia sobre la diversidad y la inclusión de todas las culturas existentes.
