Clero es el conjunto religioso que forma parte de la iglesia. En la iglesia católica, por ejemplo, son parte del clero, los clérigos, sacerdotes, obispos, arzobispos, cardenales y el papa.
Cada miembro del clero tiene diferentes poderes y funciones dentro de la jerarquía de la iglesia. Esta palabra tiene origen griego (del griego antiguo κλῆρος, klêros).
En la edad media, la sociedad estaba compuesta por tres clases sociales: el clero, la nobleza y el pueblo. El clero era la primera clase y gozaba de privilegios culturales, políticos, económicos y territoriales.
Básicamente, el clero se divide en clero secular y clero regular. El clero secular directamente depende del obispo y se establece en las parroquias. El clero regular se compone de aquellos miembros pertenecientes a conventos y adheridos a diferentes órdenes y congregaciones religiosas.
La jerarquía eclesiástica compone, en sentido estricto, sólo tres grados: el papa, los obispos y pastores. Ellos tienen el poder de la jurisdicción en la iglesia. Sin embargo, la iglesia ha producido otros títulos, otorgando una primacía honoraria. Tal es el caso de los patriarcas, cardenales, arzobispos, monseñores y cánones. Estos designios honoríficos son considerados por la iglesia como parte de la jerarquía eclesiástica.
Los patriarcas son generalmente los arzobispos de sedes muy antiguas, que tenían el liderazgo sobre ciertas regiones o países, especialmente en las Iglesias orientales. En la Iglesia Latina esto ocurrió durante la edad media.