La cultura de Nok se refiere a la producción de una serie de objetos que, en virtud de sus características estéticas y elementos comunes que conforman, se les atribuye a los pueblos que habitaban la región cerca de la aldea nigeriana de Nok, entre los años 500 a.C. y 200 d.C.
Los objetos descubiertos por los arqueólogos son en su mayoría figurillas de terracota encontradas después de excavaciones en el norte de donde hoy se encuentra la meseta de Nigeria, en la meseta de Jos, y también en lugares cerca del río Níger.
Los descubrimientos se produjeron durante las exploraciones de las minas de estaño en la región. Las figurillas de terracota representan en muchos casos la parte superior del cuerpo humano, especialmente la cabeza, posiblemente como resultado de haber sido las partes más resistentes de los objetos.
Las características estéticas de estas estatuillas pueden haber influido en la producción artística de los pueblos que habitaban la región en un período posterior, porque los mismos elementos fueron encontrados en objetos hallados en otras localidades nigerianas. Incluso el arte yoruba habría sido influenciado por la estética de Nok.
Los pueblos de la región eran conocedores de la metalurgia del hierro también, aunque utilizaron otros artefactos de piedra. Los descubrimientos arqueológicos indicaron que no había necesariamente una uniformidad estética, habiendo diversificación de las características, lo que señalaría la existencia de variaciones regionales.
La importancia de la producción de los pueblos de la región de Nok sugiere que esta cultura representaría el ancestral tronco del cual derivan las características esenciales de la tradición escultórica de otros pueblos que habitaban esta región de Nigeria en períodos posteriores.