La civilización moche fue responsable del desarrollo de una rica cultura material. Sus obras de arte fueron hechas principalmente de cerámica. El alto grado de realismo de la escultura de los mochicas ha sido posible gracias al desarrollo de técnicas que cuentan, incluso con el uso de moldes. El arte de la cerámica de este pueblo fue valorado por sus instituciones políticas, lo que llevó a cabo una clase de artesanos y escultores en su estructura social.
El estilo de la cerámica moche es conocido como los huacos-retrato. Este nombre fue concebido por la investigación sobre el origen de este estilo dentro de la región cerca de la pirámide de la Huaca de la Luna. Los temas de las piezas de cerámica a menudo se abordaron cuestiones de la vida cotidiana, figuras políticas y celebraciones religiosas. Las obras de arquitectura Moche fueron también muy complejas. En general, los edificios públicos tenían carácter público y consistió en el desarrollo de templos, pirámides y acueductos.
La escritura no se llegó a desarrollar entre los mochicas. Sin embargo, una fuerte tradición oral garantizaba la transmisión de datos diferentes de su cultura. Al mismo tiempo, las pinturas también mantuvieron un papel destacado en la transmisión de la historia y los valores de la gente. Uno de los temas más frecuentemente eran las batallas rituales, una lucha que precedió a los rituales de sacrificios humanos. Otra cuestión que se reprodujo constantemente fue el dios Ai-Apaec. Terrorífico y poderoso, este dios tenía dientes de felino, portando un hacha en sus manos y una cabeza.
Fin de la civilización moche
El declive de la civilización moche comenzó entre los siglos VI y VII. Un período prolongado de sequía, que duró más de tres décadas, dejó severamente restringido el suministro de agua de los ríos. En este punto, la falta de suministro de agua puso en grave peligro al pueblo. Más tarde, surgió una tragedia provocada por el fenómeno conocido como El Niño. Un período de fuertes lluvias destruyó viviendas y cultivos, y se derrumbaron varios de los canales de riego construidos.
No pudiendo resolver la situación, los sacerdotes y sus diversos rituales cayeron en el descrédito total. Pronto las instituciones políticas y la población de moche desaparecerían. El hambre, las enfermedades diversas y violentas revueltas diezmaron poblaciones enteras en pocos años. En la segunda mitad del siglo VIII, los últimos representantes de esa civilización habían abandonado los centros urbanos, poniendo fin a la civilización moche.