Seguramente ya debes estar habituado con las siglas a.C. (antes de Cristo), la cual hace referencia al año convencional del nacimiento de Jesucristo para los cristianos. La misma abreviatura aparece bastante y principal en obras, textos y artículos sobre la Historia del mundo y de la Humanidad.
Pero una duda existente con relación a eso ya debe haber pasado, aunque sea rápidamente, por tu mente: ¿Cuál es el origen de esa expresión? Y antes de la llegada de Jesucristo y la repercusión de la religión cristiana en todo el mundo, ¿cómo era realizado el conteo de los años?
Tal cuestionamiento es bastante pertinente y válido, una vez que después de la llegada de Cristo al planeta el conteo de años tuvo un nuevo recuento que se mantiene hasta los días actuales: d.C. (después de Cristo).
Cada civilización, un recuento
Volviendo atrás en el tiempo, prácticamente en el inicio de las primeras sociedades evolucionadas, los agricultores comenzaron a estipular la medida del tiempo a través de la estaciones del año. El cálculo era realizado entre un verano y otro. Y así, con el paso de las épocas, nuevos pueblos fueron surgiendo y cada uno fue definiendo el año inicial para medir el tiempo a largo plazo.
Antiguo Egipto
La civilización del antiguo Egipto comenzó el recuento de los años alrededor del 3000 a.C.
Antigua Grecia
Los griegos clásicos definieron el año en torno al 2.500 a.C. (año de las Olimpiadas) como el inicio del conteo del tiempo.
Antigua Roma
Ya la civilización romana estableció la fecha en que Roma fue fundada, en el 753 a.C., como el año inicial para contar el tiempo.
Estilo cristiano
Jesús de Nazaret no nació un 24 de diciembre (asociado en realidad al solsticio de invierno romano), tampoco ocurrió en el año 0 o en el año 1 de nuestra era. De hecho, Cristo habría tenido su nacimiento ‘antes de Cristo’, más concretamente debió nacer entre los años 3 y 5 a.C., coincidiendo a los treinta años con Poncio Pilato y su llegada al poder como quinto prefecto de la ciudad romana de Judea, entre los años 26 y 36 d.C.
El modelo cristiano, vigente hasta los días actuales y utilizado para contar los años, fue establecido después de la llegada del hijo de Dios, siendo estipulado por el Papa Juan I (470 – 526 d.C.).
