La contaminación lumínica es un tipo de contaminación generada por la luz artificial excesiva. Es muy común encontrar este tipo de contaminación en las grandes ciudades con fines publicitarios o informativos habiendo exceso de iluminación pública, letreros, anuncios, pancartas, vallas publicitarias, señalizaciones de carretera, alumbrado público, etc.
Causas y Consecuencias: Resumen
Creada por los seres humanos y generada principalmente por el proceso de industrialización, la contaminación lumínica es un problema muy común hoy en día. Por lo tanto, tiene una mayor presencia en los principales centros en los que el proceso de industrialización es más fuerte, con altas tasas demográficas.
Digamos que este problema comenzó con la invención de la electricidad en el siglo XIX, puesto que comenzamos a utilizar con mayor intensidad las luces artificiales, especialmente durante la noche.
Tanto de día como de noche son esenciales para el funcionamiento de nuestro cuerpo y de los animales. Así, animales que cazan durante la noche, fecundan o duermen, quedan confusos con las luces emitidas superficialmente de modo que eso puede generar nuevos comportamientos que no son saludables y, en los peores casos, conducir a la mortandad de algunas especies.
En resumen, la contaminación lumínica afecta sustancialmente a los ciclos migratorios, alimentarios y reproductivos de diversas especies de animales y plantas. Ya en los seres humanos, el exceso de luz puede alterar nuestro ciclo biológico, por ejemplo, afectar a nuestro sueño, la producción de hormonas, alterar los ritmos cardíacos y el humor.
Con respecto a la falta de visibilidad que causa, podemos usar un ejemplo notorio, es decir, cuando estamos en lugares que presentan gran luminosidad, notamos la dificultad de ver el cielo y las estrellas. Si al contrario estamos viendo el cielo en lugares como el campo, la visualización aumenta considerablemente.
Por lo tanto, a pesar de que se habla poco, la contaminación lumínica genera muchos impactos negativos sobre el medio ambiente y la vida de los seres humanos. Este problema comenzó a ser mencionado en los años 80 con los astrónomos norteamericanos que advirtieron de la falta de visibilidad del cielo.
En resumen, las principales consecuencias de la contaminación lumínica son:
- Visibilidad reducida
- Dificultad con las observaciones astronómicas
- Interferencia en los ecosistemas (plantas y animales)
- Trastornos mentales y algunos tipos de cáncer
Tipos de contaminación lumínica
Después de conocer sus causas y consecuencias, vale la pena recordar que hay varios tipos de contaminación lumínica:
- Brillo del cielo (sky glow): surge de las luces de vapor de sodio o de mercurio dirigidas hacia arriba, resultando en un aspecto naranjado o blanquecino del cielo nocturno, por ejemplo, en las grandes ciudades.
- Luz intrusiva (light tresspass): ocurre con la iluminación de un espacio por una luz ajena, por ejemplo, poste que está situado frente al cuarto que pide la oscuridad total del ambiente.
- Ofuscamiento (glare): causada por el efecto de deslumbramiento, es decir, cuando la luz entra directamente en los ojos provocando una ceguera momentánea, por ejemplo, los faros de un coche.
- Desorden (light clutter): combinación excesiva de diversas fuentes de luz, lo que lleva a un tipo de desorden o confusión mental que ocurre generalmente en las grandes ciudades. Este tipo de contaminación luminosa puede causar diversos accidentes de tráfico.
- Exceso de iluminación (over illumination): uso de luces innecesarias para iluminar un espacio (calles, edificios, establecimientos…). Este problema ha generado un gran gasto de energía, principalmente en grandes ciudades.
Soluciones
La contaminación lumínica puede resolverse fácilmente mediante la reducción de lugares de incidencia y la intensidad de la luz, lo que consecuentemente lleva a la reducción de energía.
Un ejemplo de eso son los sensores que encienden las luces automáticamente solamente cuando es necesario. Además, las farolas públicas pueden proyectar la luz en la dirección del suelo (hacia abajo), evitando iluminar lugares que no necesitan de iluminación.
Para tanto, algunas ciudades del mundo ya presentan propuestas para disminuir el exceso de contaminación luminosa con acciones que reducen la luz durante la noche, como desconectar las placas luminosas de comercio, los exteriores, lugares turísticos, entre otros.
Además, la propia población debe tener consciencia de esos factores y utilizar la luz solamente cuando sea preciso y el tiempo necesario.
Tipos de contaminación
Además de la contaminación lumínica, hay otros tipos de contaminación que son:
- Contaminación radiactiva (o nuclear): generada por elementos radiactivos.
- Contaminación atmosférica (o del aire): causada por la emisión de gases.
- Contaminación del suelo: generada por la presencia de productos químicos en el suelo.
- Contaminación del agua: generada por la presencia de productos tóxicos en el agua.
- Contaminación térmica: causada por el cambio de temperatura.
- Contaminación visual: generada por el exceso de información.
- Contaminación sonora: generada por el exceso de sonoridad.