La contaminación atmosférica se caracteriza básicamente por la presencia de gases tóxicos y partículas sólidas en el aire. Las principales causas de este fenómeno son la eliminación de residuos por determinados tipos de industrias (acero, petroquímica, cemento…), la quema de carbón y el petróleo en las centrales eléctricas, automóviles y sistemas de calefacción.
La contaminación del aire penetra en los pulmones, provocando la aparición de diversas enfermedades, especialmente del tracto respiratorio, como bronquitis crónica, asma y cáncer de pulmón. Estos efectos se agravan por el consumo de cigarrillos.
Otra consecuencia importante de la contaminación del aire es el surgimiento y la expansión de un agujero en la capa de ozono, que se encuentra en la atmósfera –capa atmosférica situada entre 20 y 80 kilómetros de altitud.
El ozono es un gas que filtra los rayos ultravioletas emitidos por el Sol. Si estos rayos llegan a la superficie de la Tierra con más intensidad podrían causar quemaduras en la piel, promoviendo el cáncer en humanos, y destruyendo las hojas de árboles en la flora. Los CFC (clorofluorocarbonos), contenidos en sprays de desodorantes o insecticidas, resultan ser responsables por la destrucción de la capa de ozono. Afortunadamente, los daños han sido causados en la parte de la atmósfera situada encima de la Antártida. En los últimos años, ese agujero en la capa de ozono se ha ido expandiendo invariablemente.
La atmósfera del planeta es una excepción en la medida en que es uno de los pocos recursos naturales que es compartido por toda la población. Por tanto, los efectos negativos sobre esta se sienten a nivel mundial.
Teniendo en cuenta que los problemas derivados de la atmósfera representan un peligro para los organismos vivos, han sido desarrollados estudios sobre el efecto estufa y la consecuente destrucción de la capa de ozono, que, además de provocar lluvias ácidas, son fenómenos productores de una gran contaminación en la atmósfera.
La contaminación del aire es la principal responsable del efecto invernadero y está detrás de muchos problemas ambientales.
Para tomar las medidas apropiadas contra la contaminación del aire es necesario:
- Medir y conocer la concentración de contaminantes en el aire.
- Definir las fuentes de contaminación.
- Establecer la calidad del aire.
- Analizar los valores limítrofes.
- Establecer la calidad del aire.
- Observar la evolución de la calidad del aire.
- Planear actividades que promuevan la mejora de la calidad del aire en actividades de orden socioeconómico.
