Cocinar varias veces al día, cada semana, durante años, es una tarea que muchas personas si pudiera, eludía. Sin embargo, esta actividad es muy importante para ser evitada. Desarrollar este arte y utilizarlo en provecho de nuestra salud puede servir como estímulo en el momento de cumplir el ritual. Siguen a continuación algunas sugerencias para conseguir una culinaria saludable.
Consejos para una culinaria sana
Ensaladas y frutas – las hortalizas deben ser guardadas en lugares y oscuros para la preservación de su tenor vitamínico y mineral. Las legumbres y frutas deben ser muy bien lavadas antes de ser preparados o consumidos al natural. Las ensaladas de legumbres o de frutas deben ser confeccionadas próximas a la hora de ser consumidas. A las primeras se puede añadir aceite, vinagre o jugo de limón, o salsas preparadas para el efecto y las segundas junto a yogur natural o un poco de nata, pero sin utilizar azúcar. Solo en el último momento de la elaboración de las ensaladas se deben juntar los temperos y las salsas. La fruta debe ser comida con cáscara siempre que sea posible.
Salsas – el uso de salsas es una manera de hacer las comidas más agradables, por lo que se pueden y deben usar con frecuencia. Ajo, aceite, cebolla, hierbas aromáticas, especias, yogur, limón, mostaza, nuez moscada, huevo, chili, tomate y vinagre son algunos de los muchos ingredientes que pueden entrar en la constitución de las salsas. Basta experimentar y dar rienda suelta a la imaginación.
Sal – este condimento debe ser utilizado moderadamente. Salar el agua de cocer para cocinar pescado o carne, en proporción de 8 gramos por litro impide el paso de minerales en el agua sin que la sal pase para el alimento. Estas aguas de cocción no pueden ser aprovechadas debido a su alto contenido en sodio. Sazonar la carne o el pescado con antecedencia, de un día para otro, permite que se use menos sal. Aromatizar con hierbas el agua de cocer los alimentos también permite reducir el uso de la sal.
Azúcar – el azúcar que habitualmente utilizamos para endulzar solamente proporciona energía – 4 calorías por cada gramo – razón por la cual no tiene gran interés nutricional. El uso del azúcar impide que se conozca el verdadero sabor de los alimentos y aumenta la apetencia para el consumo de otros productos dulces. Muchas veces surge la tentación – y cuántos en ella caen – de añadir azúcar a ciertos alimentos con la esperanza de que de ese modo los niños la coman con placer. El azúcar debe ser usado con moderación y sólo cuando es realmente necesario.
Alcohol – temperar con vino, cerveza y otras bebidas alcohólicas los alimentos que van a ser cocinados es una práctica ancestral que añade nuevos gustos y sabores y no resulta dañina. Todos pueden disfrutar de estas comidas, incluso jóvenes, porque el alcohol se va a evaporar con el calor.