La forma en que nos relacionamos con los demás depende fuertemente de nuestra capacidad de comunicarnos, siendo el 60% de problemas interactivos derivados de dificultades a este nivel.
De hecho, es imposible no comunicarse, ya que aunque sea en silencio se está comunicando a los demás, a través de los gestos, a través de la manera que observa o de la forma en que está vestido. Por eso, la mejoría de la relación con los otros pasa obligatoriamente por la alteración en la forma de comunicarse.
Como las vacaciones son un periodo en el que hay tiempo para todo, puede ser una excelente ocasión para reflexionar sobre cómo comunicarse con los demás. Todos los individuos tienen más o menos formas estables de comunicar, pudiendo considerarse que existen varios estilos comunicativos: el agresivo, el pasivo, el manipulador y el asertivo. ¿Cuál de estos estilos usa predominantemente en su relación con los otros? Como no podemos proporcionarle la realización de un ejercicio de autodiagnóstico, a continuación revelamos algunas pistas sobre los diferentes estilos para que pueda hacerse un breve autoanálisis.
1) Suele decirle a la gente todo lo que piensa, en un tono alto de voz, sin preocuparse por el efecto de sus palabras en su interlocutor. Entonces su estilo comunicacional es predominantemente agresivo.
2) Cuando habla procura evitar a toda costa el conflicto, tiene miedo a molestar a los otros, deja que otros abusen de sí mismos y difícilmente dice no cuando le piden algún favor. Todo esto porque quiere agradar a todos. Entonces su estilo es pasivo.
3) Su estilo comunicacional es predominantemente controlado y moderado, habla por medio de palabras abiertas y es especialistas en supuestos hechos, como rumores. Saca provecho de las leyes y de las reglas adaptándolas a sus intereses. Se presenta siempre lleno de buenas intenciones, emplea frecuentemente el ‘nosotros’ y no el ‘yo’. Este estilo es el manipulador.
4) Si es capaz de defender sus derechos e intereses y de exprimir sus sentimientos, pensamientos y necesidades de forma abierta, directa y abierta, está abierto al compromiso y la negociación, acepta que los otros piensen de forma diferente a sí mismo y no deja que lo pisen, entonces sobre tiene un estilo de comunicación asertivo.
Mientras todos nosotros presentamos estos diferentes estilos de comunicación en diferentes situaciones y con diferentes personas, lo ideal es que en nuestra relación con otro utilicemos una comunicación de tipo asertiva. Ser asertivo es sobre todo decir a los demás lo que pensamos en un lenguaje claro y educado.
El comportamiento agresivo puede ser aprendido, por eso no pierda tiempo, pues a medida que uno responde de forma asertiva va conquistando progresivamente el respeto de los otros y va a sentirse más satisfecho consigo mismo. En realidad, mejorar nuestras palabras puede ser el primer gran paso para mejorar las relaciones interpersonales.