Con el desarrollo de la civilización y de las lenguas escritas apareció además la necesidad de comunicarse a distancia de manera regular, con el fin de abastecer el comercio entre las diferentes naciones e imperios.
Papel e impresión
Los egipcios descubrieron un tipo de material para redactar que se extraía de la médula de los tallos de una planta llamada papiro. Más tarde se inventó el pergamino, que se obtenía organizando las dos caras de una tira de piel animal. Entretanto, en China, hacia el año 105 d.C. se desarrolló el papel. Mil años más tarde, al llegar esta técnica a Europa, provocó una gran demanda de libros. A mediados del siglo XV, el inventor alemán Johann Gutenberg usó tipos móviles por primera vez en Europa para imprimir la Biblia. Esta técnica amplió las probabilidades de estudio y condujo a cambios radicales en la forma de vivir de los pueblos.
Estos hechos contribuyeron a la aparición de un mayor individualismo, del racionalismo, de la pesquisa científica y de las literaturas nacionales. En el siglo XVII nacieron en Europa unas hojas informativas denominadas corantos, que en un comienzo contenían novedades comerciales y que fueron evolucionando hasta transformarse en los primeros periódicos y revistas que ponían la actualidad al alcance del gran público.
Un tipo de impresión común en la actualidad es la impresión en offset. La impresión offset, o litografía, es la técnica de impresión más empleada en la fabricación de libros, revistas y periódicos.
Rollo de papiro
Antes de la invención del papel, se escribía sobre rollos fabricados con papiros. Las láminas de dicha planta eran aplastadas, humedecidas y secadas para recibir una fina superficie de escritura. Un importante ejemplo histórico lo encontramos en Libro de los muertos del antiguo Egipto; sus cuidadas ilustraciones ponen de relieve la resistencia y la calidad del papiro.
Las técnicas y aplicaciones de impresión se realizaron, por lo general, con gran rapidez en los siglos próximos. Esto se debió especialmente a la introducción de las máquinas de vapor en las imprentas a rudimentos del siglo XIX y, posteriormente, a la invención de las máquinas tipográficas. La primera de estas máquinas, denominada linotipia, fue patentada en 1884 por el inventor germano-americano Ottmar Mergenthaler. En las décadas posteriores fueron apareciendo una serie de técnicas de impresión a gran escala, cada vez más rápidas.
Servicios postales
De los diferentes tipos de servicios de comunicación de la antigüedad, el más notable fue el sistema de relevos del Imperio persa. Jinetes a caballo transportaban mensajes escritos de una estación de relevos a otra. Basándose en este sistema, los romanos realizaron su propio sistema de postas (del latín positus, ‘puesto’), de donde procede el término ‘servicio postal’. En Extremo Oriente fueron empleados sistemas semejantes.
A pesar de que en la Europa medieval los servicios postales eran en su mayor parte privados, el auge del nacionalismo posterior al renacimiento propició la aparición de sistemas postales gubernamentales. A finales del siglo XVIII no hubo rastro de sistemas postales privados.
Mayor rapidez en la comunicación a larga distancia
Los sistemas postales modernos siguieron creciendo con la aparición del ferrocarril, los vehículos de motor, los aviones y otros medios de transporte. A finales del siglo XX surge el correo electrónico. Sin embargo, a lo largo de los siglos siempre se han buscado medios de comunicación a larga distancia que fueran más rápidos que los convencionales. Entre los métodos más primitivos se encuentran los golpes de tambor, el fuego, las señales de humo o el sonido del cuerno.
En la Edad Media se utilizaban palomas mensajeras para comunicar mensajes. Hacia 1790, Claude Chappe, científico e ingeniero francés, inventó un sistema de estaciones de semáforos capaz de transmitir mensajes a muchos kilómetros de distancia en apenas unos minutos. La distancia entre estas grandes torres (semejantes a las empleadas posteriormente en el ferrocarril) podía alcanzar los 32 km. Este sistema de semáforos con telescopios y espejos reflectantes (adoptado por Gran Bretaña y Estados Unidos) era lento, pues era necesario repetir las señales en cada estación con el fin de verificar la precisión de la transmisión.
Alfabeto internacional de banderas
El código internacional de banderas se emplea en el mar y se puede traducir a nueve idiomas. Algunas banderas se pueden emplear individualmente para comunicar mensajes de aviso o catástrofe. Por ejemplo, una O significa hombre al agua y una D alerta de que el navío tiene conflictos de gobierno.
Telégrafo
Con el hallazgo de la electricidad en el siglo XVIII, se empezó a rastrar la forma de emplear las señales eléctricas en la transmisión rápida de mensajes a distancia. Sin embargo, no se alcanzaría el primer sistema eficaz de telegrafía hasta el siglo XIX, en el momento en que en 1837 se hicieron públicos dos inventos: uno de Charles Wheatstone y William F. Cooke, en Gran Bretaña, y otro de Samuel F. B. Morse, en Estados Unidos. Morse además desarrolló un código de puntos y rayas que fue instaurado en todo el mundo. Estos inventos fueron mejorados a lo largo de los años. De este modo, por ejemplo, en 1874, Thomas Edison desarrolló la telegrafía cuádruple, que posibilita comunicar dos mensajes simultáneamente en ambos sentidos. Algunos de los sistemas modernos de telegrafía son el teletipo, el télex y el fax.
