El blanco, el negro y el color grisáceo son considerados como colores neutros. En realidad, se denominan así por su origen.
El blanco es la suma de todos los colores e implica la presencia de la luz. El negro, al contrario, significa la ausencia de luz y aparentemente no deriva de ningún otro color. El gris tiene su origen en la mezcla en diferentes cantidades (tonos) entre el color blanco y el color negro.
Los colores neutros no se afirman mucho por sí mismos. Al mezclar uno de los diversos colores con el blanco, el resultado será una tendencia hacia un color más claro. Del lado opuesto sucede cuando mezclamos con un color negro resultando en un color más oscuro.