El SIDA es la etapa más avanzada del virus de la enfermedad del VIH, que ataca el sistema inmunológico. El SIDA es el acrónimo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Acquired Immunodeficiency Syndrome).

SIDA es el conjunto de síntomas e infecciones resultantes de daños al sistema inmunológico causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), cuyo principal objetivo son los linfocitos T-CD4, fundamentales para coordinar las defensas del organismo.

Cuando el número de estos linfocitos disminuye, ocurre un colapso en el sistema inmunológico, lo que abre el camino para las infecciones oportunistas y tumores que pueden causar la muerte del individuo.

El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) pertenece al grupo de los retrovirus y su principal característica es tener su información genética en la forma de ARN, y una membrana lipídica que rodea la cápside.

También tiene una característica llamada enzima transcriptasa inversa, cuyo propósito es transformar el código genético de ADN a ARN, facilitando así su integración en el material genético de la célula huésped. Una vez insertado, el virus afecta a la célula para producir más células de ARN.

Fisiopatología del SIDA

Como todos los virus, el VIH necesita infectar una célula para sobrevivir y reproducirse. En los seres humanos, el VIH infecta las células que tienen en su membrana una molécula llamada CD4, que es un receptor reconocido por la glicoproteína viral 120 (gp120).

Ciclo de vida del VIH

• La gp120 y la gp41 del VIH se unen a la superficie de la célula CD4 no infectada, fundiéndose con la membrana celular;
• El contenido del núcleo del virus se vacía en la célula huésped;
• La enzima transcriptasa reversa del VIH copia el material genético viral a partir del ARN en un ADN de doble hebra;
• El ADN de doble hebra se une a ADN celular a través de la acción de la enzima integrasa del VIH;
• Utilizando el ADN integrado o provirus como una copia, la célula produce nuevas proteínas virales y ARN viral;
• Se juntan al ARN viral y forman nuevas partículas virales;
• Las nuevas partículas virales brotan de la célula e inician el proceso en otras células.

Clasificación de la infección por el VIH

Grupo I: infección aguda. Se caracteriza por signos y síntomas transitorios (síndrome similar a la mononucleosis, erupción cutánea, linfadenopatía, mialgia, alteración neurológica de tipo meningismo, fiebre y malestar general);

Grupo II: infección asintomática. Se caracteriza por la ausencia de signos y síntomas de la infección por VIH en individuos seropositivos específicos;

Grupo III: linfadenopatía generalizada persistente. En los individuos seropositivos de VIH, presenta linfadenopatía envolviendo dos o más regiones extra-inguinales, con duración de por lo menos tres meses, desde que sean excluidas otras causas de aumento de los ganglios linfáticos. El estado general del paciente es bueno, raramente observándose hepatoesplenomegalia;

Grupo IV: incluye otras enfermedades, como la enfermedad constitucional (linfadenopatía generalizada, astenia, diarrea, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso superior al 10% del peso corporal anterior), enfermedades neurológicas, enfermedades infecciosas secundarias, enfermedades malignas secundarias.

Modo de transmisión del VIH

• La transmisión sexual;
• La contaminación con sangre;
• El consumo de drogas inyectables;
• La transmisión vertical (de madre a hijo durante el embarazo);
• Los trasplantes de órganos;
• La inseminación artificial.

El sexo sin protección y el material compartido para el uso de drogas por vía intravenosa son el principal medio de contaminación por el virus del VIH.

Síntomas del SIDA

Los primeros síntomas:

• Fiebre persistente;
• Escalofríos;
• Dolor de cabeza;
• Dolor de garganta;
• Dolores musculares;
• Manchas en la piel;
• Nódulos o bultos bajo el brazo, el cuello o la ingle que pueden tardar mucho tiempo en desaparecer.

A medida que la enfermedad progresa y el sistema inmunológico está en peligro, comienzan a aparecer las enfermedades oportunistas como la tuberculosis, la neumonía, algunos tipos de cáncer, candidiasis e infecciones del sistema nervioso como la toxoplasmosis y la meningitis.

Tratamiento del SIDA

Todavía no hay una cura para el SIDA, ya que no hay un tratamiento específico capaz de erradicar el virus del cuerpo humano. Sin embargo, existen varios fármacos que pueden retrasar la aparición de la enfermedad.

Inhibidores de la transcriptasa reversa nucleósidos

Los primeros agentes antirretrovirales utilizados para tratar la infección por VIH;
Actúan incorporándose al ADN del virus e interrumpiendo así el proceso de elaboración;
El ADN resultante queda incompleto y no consigue formar virus nuevos.

Inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos

• Potente clase de sustancia altamente potente eficaz en el bloqueo replicación del virus VIH en cepas sensibles o resistentes a los nucleósidos o inhibidores de transcriptasa inversa;
• Una de las ventajas de estas sustancias es que los efectos secundarios no se superponen a los de los nucleósidos e inhibidores de la proteasa;
• Actúan interrumpiendo la producción de VIH mediante la unión directamente a la transcriptasa inversa, impidiendo la conversión de ARN en ADN;

Inhibidores de la proteasa

• La proteasa del VIH es una aspartil-proteasa que lleva a cabo el procesamiento de la poliproteína gag-pol;
• Actúan en la última etapa del ciclo de replicación viral, impidiendo el VIH de ser adecuadamente elaborado y liberado de la célula CD4+ infectada, bloqueando la acción de la enzima proteasa;
• Las partículas virales producidas son estructuralmente distorsionadas y no infectantes.

Inhibidores de la integrasa

• Nueva línea antirretrovirales, capaz de evitar que el virus se integre al ADN del linfocito CD4;
• El tratamiento es eficaz cuando se combina con diversos fármacos que actúan al mismo tiempo en diferentes etapas de la replicación viral, como transcriptasa más proteasa más integrasa, por ejemplo.