Las drogas son sustancias químicas de origen sintético, procesados industrial o naturalmente, a través de altas concentraciones en órganos de las plantas (hojas), o con la secreción de sustancias de las estructuras de los animales u hongos.
En relación a su consumo, además de poder causar la muerte de la persona cuando está en grandes cantidades (sobredosis) podrían causar secuelas graves en el sistema nervioso (lesión neuronal) en el sistema circulatorio (tensión arterial), problemas respiratorios, así como sociales, que implica la marginación de adolescentes atraídos por los traficantes.
Clasificación de las drogas
Las drogas pueden ser clasificadas de acuerdo a la acción: grave o leve, en el sistema nervioso central:
- Drogas perturbadoras. Son aquellas con efecto alucinógeno. Produce la aceleración de la función cerebral por encima de lo normal, causando perturbaciones en la mente del usuario. Ejemplos: el LSD (sintetizada a partir del ácido lisérgico), la marihuana y el hachís (productos y subproductos derivados de la planta Cannabis sativa), o los disolventes orgánicos (cola).
- Drogas depresoras (más peligrosas). Disminuyen la actividad cerebral, dejando a los estímulos nerviosos más lentos. Ejemplo: tranquilizantes producidos por las compañías farmacéuticas (antidepresivos, sedantes y ansiolíticos), la morfina, el opio y la heroína (extraída de la planta Papoula somniferum).
- Drogas estimulantes. Sustancias que aumentan la actividad cerebral. Especialmente estimulan las áreas sensoriales y motoras. Este grupo se integra por la cocaína y sus derivados (crack), extraído de la hoja de la planta de coca, la coca Erytroxylum.
- Drogas mixtas. Surgen de la combinación de dos o más sustancias. El más común de este grupo es el éxtasis. Por lo tanto, independientemente de su clasificación o la sustancia utilizada, crea adicción y causa graves daños al cuerpo de la persona adicta de una manera irreversible y afectando al sistema nervioso.
