Residuos nucleares, también conocido como residuos atómicos, es proveniente de las escorias radiactivas producidas durante el proceso de fisión nuclear. Este tipo de basura se genera en los reactores nucleares.
Residuos radiactivos de alta peligrosidad, como cesio, estroncio, yodo, criptón y plutonio, son creados en el reactor nuclear y luego descartados, o mejor dicho, almacenados. La basura atómica no puede ser tratada como basura convencional, ella abarca materiales radiactivos que no pueden ser reutilizados.
Los residuos nucleares tienen un fin diferente al común, siendo colocada en un lugar aislado – de acuerdo a su nivel radioactivo – y allí permanece en reposo hasta que pase y no emita más radiación. Solo después de ese periodo de reclusión la basura puede ser tratada como no reactiva. Los largos periodos de aislamiento conducen a su destinación a lugares como minas profundas, zonas subterráneas o, infelizmente, países subdesarrollados, tales como África.
La basura que sale de un reactor nuclear se puede clasificar en tres formas, según el grado de nocividad de los residuos:
- Residuo de alto nivel (HLW, de High Level Waste).
- Residuo de nivel intermedio (ILW, de Intermediate Level Waste).
- Residuo de bajo nivel (LLW, de Low Level Waste).
De acuerdo con su clasificación, el HLW es el más nocivo de todos y por ello merece mayor atención especial en su manejo.
