La historia de la ciencia espacial en el siglo XX puede dividirse en tres períodos: los descubrimientos realizados por el final de la Segunda Guerra Mundial, la carrera espacial entre los EE.UU. y la URSS y los proyectos posteriores a la Guerra Fría.
Entre los descubrimientos realizados hasta 1945 destacan los primeros intentos de hacer volar cohetes espaciales. Estos dispositivos experimentales fueron creados con base a la idea de atacar adversarios con misiles, como los famosos V-1 y V-2 alemanes. Es así que nacen los lanzadores de satélites y de las naves espaciales modernas.
Durante la carrera espacial, la larga disputa entre Estados Unidos y la URSS da como resultado importantes avances científicos y tecnológicos, especialmente en los ámbitos de la aeronáutica, las telecomunicaciones y la producción de armamentos. La disputa comenzó en 1957, cuando los soviéticos lanzaron el Sputnik 1, el primer satélite artificial en órbita. Un mes después llevarían al espacio al primer ser vivo, la perra Laika, a bordo del Sputnik 2 en un viaje de no retorno. La respuesta de Estados Unidos llegó en 1958 con la creación de la NASA, programa espacial norteamericano. En el mismo año, la NASA lanzó su primer satélite artificial, el Explorer 1. En los años siguientes, las dos potencias invirtieron en proyectos pioneros para la exploración de la Luna y el reconocimiento de los planetas Venus, Marte y Mercurio.
La conquista de la Luna se produciría en la década de 1960. La URSS estaría al frente de nuevo e hizo el primer viaje tripulado con Yuri Gagarin en 1961. Seis años más tarde, lanzaría el Soyuz 1, un proyecto experimental para llevar el hombre a la Luna. Pero la conquista de la Luna, punto culminante de la corrida espacial, es realizada por los Estados Unidos en 1969. El 20 de julio, el módulo lunar Eagle, de la nave Apolo 11, posa en el satélite y el astronauta Neil Armstrong (1930-2012) se convierte en el primer hombre el pisar otro cuerpo celeste. La bandera de los Estados Unidos es instalada en el suelo lunar, simbolizando un importante paso norteamericano en la ciencia espacial.
Exploración espacial
Después de la conquista de la Luna, la prioridad de la exploración espacial se convierte en la investigación científica y tecnológica, que fue posible con la construcción de las estaciones y los transbordadores espaciales y el lanzamiento de las sondas espaciales.
Estaciones espaciales – El 19 de abril de 1971, los soviéticos lanzan su primera estación espacial, la Salyut, en la cual son realizados varios tipos de investigación científica en ausencia de gravedad. La contrapartida norteamericana es Skylab, lanzada en mayo de 19731 y desactivada en 1979. En 1986, los soviéticos realizan el más serio esfuerzo, y el único hasta ahora, para establecer grupos de hombres en el espacio: colocan en órbita la estación espacial permanente Mir. Ella sigue en el espacio hasta hoy, permitiendo en esos años de actividad la permanencia de diversos astronautas para periodos largos, de hasta un año, y supera innumerables accidentes. En junio de 1997 sucede el décimo y más grave accidente en la estación, entonces ocupada por dos astronautas rusos y un norteamericano. El suministro no tripulado Progress se choca contra Mir durante maniobras de acoplamiento. El accidente provocó 10% de despresurización, redujo en 50% la fuente de alimentación y dificultó la comunicación con la Tierra.
Transbordadores espaciales – En los años 70, los proyectos más importantes se relacionan la exploración de los grandes planetas exteriores del sistema solar. Uno a uno, los mundos distantes son espectacularmente examinados por las sondas espaciales norteamericanas Voyager. La Voyager 1 (1977) visitó Júpiter y Saturno; Voyager 2, que partió el mismo año, alcanzó Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Actualmente ambas se encuentran fuera del sistema solar. En los años 80, los EE.UU. desarrollan su propio transbordador espacial, el Space Shuttle, idealizado para facilitar los viajes tripulados entre la Tierra y las estaciones espaciales, para misiones de lanzamiento, reparación y eliminación de satélites artificiales e investigación científica. El programa fue inaugurado en abril de 1981, con el lanzamiento del Columbia, y se suspendió en 1986 debido a un accidente con el Challenger. Él explota trágicamente a partir de la décima misión y acaba con la vida de siete tripulantes. Dos años y medio después el programa es retomado con el Discovery.
Las sondas espaciales después de la Guerra Fría – Los años después del final de la Guerra Fría eran improductivos para la astronáutica. Las potencias mundiales sufrieron la recesión económica y, en la redefinición de los objetivos estratégicos, la competencia territorial se mantuvo en un segundo plano. Sin embargo, hay algunos grandes proyectos en este periodo, con énfasis en el telescopio espacial Hubble, la nave espacial Galileo, la Estación Espacial Internacional Alpha, la exploración de Marte y el Neat.
Telescopio espacial Hubble – es lanzado por los Estados Unidos en 1990 para observar y fotografiar objetos astronómicos nunca antes vistos, tales como la formación de estrellas y galaxias nuevas. Tiene un rango de 14 mil millones de años luz (1 año luz es igual a 9,5 trillones de kilómetros). En 1997 sufre su segunda reforma (la primera fue en 1993), que lo coloca en una órbita 15 km más alta, a 625 km de la Tierra. Gana mayor precisión, siendo capaz de captar objetos más distantes y de observar mejor un agujero negro.
Nave Galileo – La exploración del sistema solar entra en la nueva era con el lanzamiento de la nave espacial Galileo en 1989. Con 2,5 t, la nave recorre la órbita de la Tierra, de la Luna y de Venus hasta llegar a Júpiter en diciembre de 1995. Para vencer los 780 millones de kilómetros que separan este de la Tierra, la nave aprovecha la fuerza gravitatoria de otros astros. Al llegar a Júpiter, ella penetra en la atmósfera del planeta y lanza la sonda Galileo, de 355 kg. Durante 75 minutos, la NASA recibe informaciones sobre la estructura y la composición de la atmósfera hasta la sonda ser destruida por la enorme presión atmosférica. La nave, sin embargo, sigue la investigación de los satélites de Júpiter. Uno de los resultados, divulgado en 1997, confirma la existencia de un enorme océano debajo de la superficie congelada de Europa.
La Estación Espacial Internacional Alfa(Issa) – Con un envejecimiento de la estación Mir de Rusia, la idea de establecer una segunda base de investigación permanente en el espacio surge. Así comenzó el esfuerzo de montar el Issa, que es un programa colectivo, involucrando a Rusia, Estados Unidos, Canadá, Europa, Japón, Brasil y otros países. El primer paso de esta colaboración se inició en 1995, con el acoplamiento del transbordador espacial Atlantis al complejo espacial estadounidense al Mir, formando el mayor complejo espacial ya colocad en órbita.
Exploración de Marte – En julio de 1997, la sonda Mars Pathfinder posa en Marte. Lanzada por la NASA, tiene el propósito principal de la investigación de la atmósfera y aterrizaje en el planeta. Esta primera exploración pretendía hallar agua en forma líquida, una condición importante para albergar vida. La nave lleva un pequeño robot, el Sojourner, una especie de triciclo movido a luz solar y equipado con una cámara de televisión, seis ruedas, garras metálicas y suspensión adaptable a cualquier tipo de terreno. En septiembre del mismo año, la sonda Mars Global Surveyor entra en órbita de Marte para realizar la cartografía de todo el planeta e iniciar el estudio del clima. En 2012, aterriza en Marte un astromóvil conocido como Curiosity a fin de realizar una nueva exploración marciana dirigida por la NASA.
Neat – Siglas en inglés para Programas de Rastreamiento de Asteroides Próximos de la Tierra. El proyecto tiene como fin el estudio de las órbitas de cometas y asteroides que representen riesgo para la Tierra. Entre los observatorios implicados se destacan el de Steward, al sur de Arizona, desde 1989, y el de la isla de Maui, en Hawai, instalado en 1995.