Las células madre son células que tienen mejor capacidad de dividirse dando lugar a células similares a las progenitoras. Las células madre procedentes de embriones tienen la capacidad de transformarse (en un proceso conocido como diferenciación celular) en otros tejidos del cuerpo, como huesos, nervios, músculos y sangre.
Debido a sus características únicas, las células madre son importantes, especialmente en la aplicación terapéutica, que es potencialmente útil en las terapias para combatir las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, la diabetes mellitus tipo 1, el derrame cerebral, las enfermedades hematológicas, los traumatismos en la médula espinal y las enfermedades asociadas al riñón.
Importancia de las células madre
La importancia de las células madre se deriva de su potencial para convertirse en cualquier célula o tejido de un organismo, lo que es especialmente prometedor para el tratamiento de enfermedades degenerativas.
Las células madre son capaces de dividirse y transformarse en cualquier otro tipo de célula, un verdadero tesoro del organismo.
Hay dos tipos de células madre, que se encuentran de forma natural: las células madre embrionarias, que como propio su nombre ya indica, proceden del embrión; y las adultas, que se encuentra principalmente en la médula ósea y el cordón umbilical.
Estas células están presentes sólo en las primeras etapas de la formación de un cuerpo.
Las células madre adultas son menos versátiles que las células embrionarias, sin embargo, ya están siendo aplicadas en la medicina para el tratamiento de diversas enfermedades. El uso más común es el tratamiento de la leucemia, mediante el trasplante de médula ósea. Algunos científicos avanzan en el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad grave.
Aplicación de las células madre
El estudio y la manipulación tecnológica de las células madre pueden dar lugar a terapias para el tratamiento de varias enfermedades, para la recuperación de personas con parálisis tras un accidente y, hasta, para la creación de tejidos a trasplantar.
Los últimos desarrollos médicos y tecnológicos permiten la aplicación de células madre para diferentes propósitos clínicos:
- En el cerebro: regeneración de las neuronas perdidas en el Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, entre otros problemas neurológicos.
- En los huesos: la curación de fracturas y osteoporosis.
- En el páncreas: recuperación de la producción adecuada de insulina; curación de la diabetes.
- En la columna: tratamiento de las lesione con la recuperación de pacientes parapléjicos; además, tratamiento de esclerosis múltiple y esclerosis lateral amiotrófica.
- En los órganos sexuales: tratamiento de la infertilidad en las parejas que no pueden concebir.
- En el corazón: recuperación de los ataques al corazón y tratamientos de la insuficiencia cardíaca.
- En los ojos: recuperación de la visión en los ancianos y las personas con problemas de retina.
La controversia de las células madre
La mayoría de científicos coinciden en que las células madre más prometedoras para el estudio y desarrollo de las terapias son las embrionarias.
Sin embargo, la extracción de estas células lleva a la destrucción de un embrión humano. Muchas personas creen que el embrión tiene el mismo derecho a la vida que un ser humano desarrollado y deben ser preservados y respetados. Y ahí radica la controversia.
Las células se toman de embriones en la etapa previa a 14 días y por lo tanto el sistema neural aún no ha comenzado a formarse. La formación del sistema nervioso se considera importante porque es desde allí que el nuevo ser humano comienza a tener la capacidad de sentir o el desarrollo de la conciencia. Los críticos de estos métodos aseguran que el desarrollo humano es un proceso continuo iniciado desde el diseño, y no se puede detener en cualquier momento.