Las células eucariotas o eucariontes forman los organismos unicelulares (protozoos y algunos hongos, como las levaduras) y pluricelulares (hongos, plantas, animales), en el planeta común y son tipos de células más complejas que las células procariotas. Del griego ‘Eukarya’ significa ‘núcleo perfecto o verdadero’.
Clasificación de las células eucariotas
Los seres eucariotas constituyen la mayoría de los organismos vivos en la Tierra, a excepción de las bacterias, cianobacterias y micoplasmas (células procariotas). Así, el dominio Eukarya engloba los reinos Protista, Fungi, Plantae y Animalia.
Esta gran biodiversidad es debido a los fenómenos de la meiosis y mitosis, y, más allá de este rango, estos seres pueden lograr grandes dimensiones y especializarse en actividades y funciones complejas.
Por otra parte, podemos diferenciar los seres eucariotas por las diferencias estructurales entre las células vegetales y animales, a saber:
En las células vegetales, las paredes celulares son más duras y las vacuolas citoplasmáticas normalmente son mayores que las vacuolas de la célula animal, caracterizándose como una larga vacuola central, mientras en aquella (debido a la ausencia de cloroplastos) existen muchas vacuolas pequeñas. Además, ellas poseen cloroplastos, plastidios, mitocondrias y plasmodesmos.
Características principales de las células eucariotas
De partida, debemos subrayar que todas las células tienen membrana plasmática y citoplasma, sin embargo, la presencia de un núcleo bien definido es lo que diferencia los seres celulares porque, a pesar de esta ‘membrana plasmática’, el material genético queda disperso en el citoplasma en células nucleoides.
Por esta razón, las células eucariotas se consideran ‘células con núcleo verdadero’, puesto que poseen una pared para delimitar y proteger el material genético presente en el núcleo celular.
Por lo tanto, esta membrana nuclear individualizada y delimitada (denominada cariomembrana), la cual permite la existencia de un núcleo definido (carioteca), es la principal característica de los seres eucariotas, pues mantiene el material cromosómico (genético) separado del resto de orgánulos celulares en el núcleo.
Además, el interior de la célula es compartimentado y tiene varios tipos de orgánulos con colocaciones bien determinadas en su interior. Ahora, a lo largo de centenas de millones o miles de millones de años, los procesos de plegado originaron otras composiciones intracelulares, tales como, citoplasma, complejo de Golgi, vacuolas, ribosomas, lisosomas, peroxisomas, retículo endoplasmático liso y rugoso, mitocondrias, organoplastos, etc, todas ellas con sus propias funciones metabólicas.
Por último, hay que destacar que, como los organismos multicelulares, las células eucariotas originan tejidos y órganos característicos y con funcionalidades complementarias, llevando a una asociación intracelular de interdependencia estructural y funcional, con el fin de garantizar mayor distinción morfológica para cada organismo, de acuerdo a su función celular.