Debemos tener en consideración que los diferentes tipos de mapas requieren de un tratamiento diferente y distintas técnicas para su realización.
La subdivisión más corriente es la que se realiza entre los mapas topográficos y los mapas temáticos. Los primeros muestran la distribución y asociación espacial de varios rasgos naturales o artificiales del paisaje, como los límites, las redes de transporte (carreteras, líneas de ferrocarril, canales, senderos y aeropuertos), los cursos y masas de agua (ríos y lagos), los asentamientos humanos (pueblos y ciudades), la forma y altitud del terreno y otros.
El mapa topográfico
Frente a los mapas topográficos o generales, los mapas temáticos se ocupan de las variaciones espaciales y de la fisonomía que presenta un solo atributo o en la relación prevaleciente entre varios. No hay límites en cuanto al contenido de los mapas temáticos, los cuales pueden evidenciar tanto la geología de una zona como el porcentaje de población escolarizada en un tiempo determinado o el resultado de las últimas elecciones generales. Pero esta distinción no tiene mucho sentido, ya que el mapa topográfico es en sí mismo un mapa temático y muchos mapas temáticos podrían incluirse en la clase de topográficos.
Una distinción más significativa es la que se realiza entre los mapas de gran y pequeña escala. Los mapas temáticos se realizan corrientemente a pequeña escala, donde la precisión en el posicionamiento del elemento que se representa no es tan relevante como evidenciar correctamente las características estructurales básicas de distribución de ese elemento en el espacio. Pero en el momento en que el área de estudio es un espacio más concreto, como el de una ciudad, los mapas suelen tener una escala parcialmente grande. Éstos muestran un detalle mayor, evidenciando, por ejemplo, el tipo de terreno y las propiedades de las fincas. Estos mapas suelen realizarse a escalas entre 1:500 y 1:5.000 y no se precisa generalizar o compendiar mucho la información recogida. El usuario sólo precisa disponer una ligera noción sobre el tipo de proyección que se ha empleado.
El globo terráqueo
Por el contrario, los mapas de pequeña escala suelen aparecer con unos niveles elevados de masificación o simplificación. Las carreteras y otros elementos pueden llegar a moverse de lugar, con el fin de prevenir el amontonamiento de información y abastecer la legibilidad del mapa, siempre que los diferentes elementos que lo componen se hallen a la misma distancia entre sí. En los casos más extremos (mapas de escala 1:1.000.000 y más pequeñas) el resultado es, a menudo, una caricatura que tiene más el valor de una ilustración, ya que resulta muy imprecisa la información cuantitativa que se puede recibir de este tipo de mapas (como, por ejemplo, la distancia entre dos enclaves).
La distinción entre mapas de pequeña y gran escala es arbitraria y, así, algunos países consideran gran escala a partir de 1:10.000, mientras que para otros sería a partir de 1:25.000.
Los mapas además pueden clasificarse en función del tipo de proyección empleada. Éste determina tanto la apariencia como las propiedades y fiabilidad del mapa.