Carlos I fue rey de Inglaterra desde 1625 hasta 1645. Segundo hijo del rey Jaime I y Ana de Dinamarca, Carlos subió al trono tras la muerte de su padre, ya su hermano mayor, Henry, también murió. Nació en la ciudad de Fifeshire, Escocia, en 1600. Una vez coronado, Carlos I se casó con María Henrieta, hermana del rey francés Luis XIII. Como su padre, también defendió el absolutismo.
Una vez que se convirtió en rey de Inglaterra, Carlos I se vio obligado a firmar la Petición de Derechos, un documento que prohibía a la Corona a llamar al ejército o tomar medidas económicas sin la aprobación del Parlamento. Los británicos se enfrentaban a una crisis económica derivada de una victoria sobre España en 1588. Cuando era gobernada por la reina Isabel I, Inglaterra había invertido más dinero de lo que podía en el mantenimiento de su ejército.
Carlos, autoritario al igual que su padre, no quiso cumplir el documento y violó su posición que no fue del agrado de los británicos. Además, su popularidad decreció al tratar de imponer a los escoceses (en su mayoría presbiterianos) la práctica del anglicanismo, una antigua ley promulgada para la recaudación de impuestos conocida como “Ship Money”. Esta ley sólo valía en las zonas costeras, pero Carlos I la extendió a todos los de Inglaterra. Los británicos, infelices, protestaron y una crisis política se llevó a cabo.
Carlos I disolvió el Parlamento en repetidas ocasiones. Por no cumplir la ley que prohibía la disolución del Parlamento, se enfrentó a una oleada de protestas encabezada por Oliver Cromwell, lo que resultó definitivamente en una guerra civil. En 1645, el ejército de Cromwell ganó, poniendo fin a la guerra. Carlos I, derrotado, se refugió en España. En 1648 fue capturado y el 30 de enero 1649 fue decapitado.