El calentamiento global es un fenómeno climático de gran extensión, un aumento de la temperatura media de la superficie mundial que ha estado ocurriendo en los últimos 150 años. La importancia de este aumento de la temperatura es objeto de análisis por parte de los científicos.
¿Causas naturales o responsabilidad humana?
Gran parte de la comunidad científica cree que el aumento de la concentración de contaminantes de origen humano en la atmósfera es causa del efecto invernadero. La Tierra recibe radiación emitida por el sol y devuelve gran parte de ella en el espacio a través de radiación de calor. Los contaminantes del aire retienen una parte de esta radiación que sería reflejada para el espacio en condiciones normales. Esa parte retenida causa un importante aumento del calentamiento global del planeta.
Si el aumento medio de la temperatura se debe a causas naturales o si se trata de la responsabilidad del ser humano es un asunto que está siendo objeto de debate en la comunidad científica, aunque muchos meteorólogos y climatólogos recientemente afirmaron públicamente que consideran probado que la acción humana ha influido en la evolución de este fenómeno. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), establecido por las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial en 1988, en su último informe dice que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos 50 años es probable que aumente el efecto invernadero, causado principalmente por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero (producidos por el hombre), pero también debido a otras alteraciones como, por ejemplo, una mayor utilización de las aguas subterráneas y del suelo para la agricultura industrial, un mayor consumo energético y la contaminación.
El consenso científico es que el calentamiento global es responsabilidad de la acción antrópica (ser humano). La mayoría de las academias de ciencias del mundo han hecho una declaración conjunta para que no hubiese dudas acerca del consenso.
¿Qué pasará en el futuro?
Los modelos climáticos referenciados por el IPCC proyectan que las temperaturas globales de la superficie probablemente aumentarán en un rango entre 1,1 y 6,4 °C entre 1990 y 2100. El rango de valores se basa en el uso de diferentes escenarios de emisiones futuras de efecto invernadero y en los resultados de los modelos con diferente sensibilidad climática. Aunque la mayoría de los estudios se centran en el período hasta el año 2100 se espera que el calentamiento y el aumento en el nivel del mar continúen por más de un milenio, incluso cuando los niveles de gases invernadero se estabilicen Esto es apoyado por la gran capacidad calorífica de los océanos.
Un aumento de la temperatura global a su vez puede causar otros cambios, incluyendo el aumento del nivel de agua de mar y alteraciones en los patrones de lluvias que producen inundaciones y sequías. También puede haber cambios en las frecuencias e intensidades situaciones de temperaturas extremas, aunque es difícil establecer una relación entre eventos específicos y el calentamiento global. Otras consecuencias del calentamiento global pueden ser la disminución de la disponibilidad de terrenos agrícolas, el retroceso de los glaciares, caudales de los ríos muy bajos durante el verano, extinción de muchas especies y aumento del número de enfermedades.
Existe cierta incertidumbre dentro de la comunidad científica sobre el grado exacto del cambio climático previsto para el futuro, y cómo estos cambios variarán de una región a otra en todo el mundo. Existe un debate político y público para decidir qué medidas deben tomarse para reducir o revertir el calentamiento futuro o para adaptarse a sus consecuencias esperadas. La mayoría de los gobiernos nacionales han firmado y ratificado el Protocolo de Kioto, que tiene como objetivo combatir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cuáles son las consecuencias del calentamiento global?
Debido a los efectos potenciales sobre la salud humana, la economía y el medio ambiente, el calentamiento global ha sido una fuente de gran preocupación. Se han observado importantes cambios ambientales vinculados al calentamiento global. Los ejemplos de pruebas secundarias (disminución de la capa de hielo en los polos, el aumento del nivel del mar, cambios en los patrones climáticos) son algunos casos de las consecuencias del calentamiento global que pueden influir no sólo en las actividades humanas, sino también en los ecosistemas. El aumento global de la temperatura posibilita el cambio de un ecosistema; algunas especies pueden ser forzadas a abandonar sus hábitats naturales (con la posibilidad de extinción) debido a cambios en las condiciones, mientras que otros pueden extenderse, invadiendo otros ecosistemas y produciendo invasiones.
Sin embargo, el calentamiento global también puede tener efectos positivos, ya que los aumentos de temperatura y el aumento de las concentraciones de CO2 pueden mejorar la productividad de los ecosistemas. Las observaciones por satélite muestran que la productividad del hemisferio norte aumentó desde 1982. Por otro lado, es un hecho que la cantidad total de biomasa producida no es necesariamente muy buena, ya que la biodiversidad puede silenciosamente disminuir todavía más un pequeño número de especies en crecimiento.
El calentamiento de la superficie favorecerá un aumento de la evaporación en los océanos que hará que exista en la atmósfera más vapor de agua (el efecto invernadero más importante, sobre todo porque existe en gran cantidad en nuestra atmósfera). Eso podrá hacer que aumente cada vez más el efecto invernadero y que el calentamiento de la superficie sea reforzado. Podemos, en ese caso, esperar un calentamiento medio de a 4 a 6 °C en la superficie. Pero más humedad (vapor de agua) en el aire también puede significar una presencia de más nubes en la atmósfera que se cree que, en promedio, podría causar un efecto de enfriamiento.
Las nubes tienen un papel importante en el equilibrio energético, porque controlan la energía que entra y sale del sistema. Pueden enfriar la Tierra reflejando la luz solar al espacio, y pueden calentar el planeta mediante la absorción de la radiación infrarroja irradiada por la superficie de una manera análoga a la del gas asociado con el efecto invernadero. El efecto dominante depende de muchos factores, incluyendo la altitud y la extensión de las nubes y sus gotículas.
Por otro lado, el aumento de la evaporación puede provocar más precipitación y más erosión. Mucha gente piensa que esto puede dar lugar a resultados más extremos en el clima, con un progresivo calentamiento global.
El calentamiento global también puede tener efectos menos obvios. La Corriente del Atlántico Norte, por ejemplo, es causada por diferencias de temperatura entre los mares. Y al parecer está disminuyendo a medida que aumenta la temperatura media global. Esto significa que áreas como Escandinavia y Gran Bretaña, que son calentadas por la corriente pueden experimentar climas más fríos por el aumento en el calentamiento global.
El aumento en el número de muertos, personas sin hogar y pérdidas económicas previstas debido al clima severo atribuido al calentamiento global puede ser agravado por las densidades crecientes de población en áreas afectadas, a pesar de ser previsto que las regiones temperadas tengan algunos beneficios menores, tales como pocas muertes debido a la exposición al frío. Un sumario de los probables efectos y conocimientos actuales puede ser encontrado en el informe hecho para el Tercer Informe de Balance del IPCC, por el Grupo de Trabajo 2. Ya el resumen más reciente, Cuarto Informe de Balance del IPCC, informa que hay evidencias observables de un aumento en el número de ciclones tropicales en el Atlántico Norte desde alrededor de 1970, en relación con el aumento de la temperatura de la superficie del mar, pero que la detección de tendencias a largo plazo es difícil por la calidad de los registros antes de las observaciones rutinarias de los satélites. El resumen también señala que no hay una tendencia clara sobre el número de ciclones tropicales en el mundo.
Efectos adicionales previstos incluyen aumento del nivel del mar de 110 a 770 milímetros entre 1990 y 2100, impacto en la agricultura, posible ralentización de la circulación termohalina (CTH), reducción de la capa de ozono, aumento de la intensidad y frecuencia de los huracanes, disminución del pH de los océanos y difusión de enfermedades como la malaria y el dengue.
Otra preocupación importante es el incremento en el nivel medio del mar. El nivel del mar está aumentando en 0.01 a 0025 metros por década pudiendo hacer que el futuro de algunas islas en los países insulares del Pacífico permanezca bajo el agua. El calentamiento global provoca elevación de los mares, principalmente debido a la expansión térmica del agua del océano. El segundo factor más importante es el derretimiento de los casquetes polares y las capas de hielo de las montañas, que son mucho más afectados por el cambio climático que las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, que no se espera que contribuyan de manera significativa al aumento del nivel el mar en las próximas décadas debido a que están en climas fríos con bajas tasas de precipitación y deshielo. Algunos científicos están preocupados de que en el futuro la capa de hielo polar y los glaciares se derritan de manera significativa. Si eso ocurriera, podría haber un aumento en los niveles de agua en muchos metros. Sin embargo, los científicos no esperan un deshielo más intenso en los próximos 100 años y se espera que aumente en los niveles de agua entre 14 y 43 cm para finales de este siglo. (Fuentes: datos del IPCC y las publicaciones de los medios de comunicación para las percepciones generales sobre los cambios climáticos).
