Cada vez que ocurre un accidente aéreo, surge a menudo el término de caja negra en los medios de comunicación como una forma de obtener más detalles sobre los fallos y procedimientos de un vuelo en específico.
La caja negra es un dispositivo altamente resistible que sirve para registrar mensajes enviados y recibidos a la torre. Su material es el acero inoxidable y titanio, lo que facilita la resistencia a un impacto de 2,25 toneladas y temperaturas de más de 1000ºC durante 30 minutos. Bajo el agua, la caja negra puede resistir la presión de 6.000 metros de profundidad.
La utilidad de los materiales resistentes se observa también en vehículos blindados y las prótesis de titanio.
En el proceso de blindaje, por ejemplo, se modifican los vidrios originales por laminados, fabricados especialmente para prevenir impactos de bala. El policarbonato, material plástico usado en la composición del blindaje es altamente resistente al impacto, es transparente, puede ser curvado, y también se utiliza para reducir el espesor total del vidrio.
Otro ejemplo de material altamente resistente es de titanio, elemento metálico conocido por su resistencia a la corrosión y por su gran fuerza. Siendo considerado un metal fisiológicamente inerte se utiliza en implantes y prótesis. En forma de metales y sus aleaciones, alrededor del 60% de titanio se utiliza en la industria aeronáutica y aeroespacial, la fabricación de piezas para motores y turbinas y fuselaje de aviones y cohetes. En la construcción naval, el metal de titanio se utiliza en equipos submarinos.
