La caja negra el nombre popular de un sistema de registro de voz y datos existentes en los aviones –y más recientemente, en las locomotoras de los Estados Unidos y Europa. El sonido ambiente de las cabinas de mando y del sistema de audio es grabado por el grabador de voz o CVR (Cockpit Voice Recorder), y los datos de rendimientos como velocidad, aceleración, altitud y ajustes de potencia, entre tantos otros, es registrado en otro equipo conocido como grabador de datos o FDR (Flight Data Recorder). Son, por tanto, dos equipos distintos e independientes, pero ambos con una inscripción electrónica de tiempo, que es fundamental para el conocimiento de eventos.
Son colocados normalmente en la parte trasera del avión y hechas de materiales muy resistentes, como acero inoxidable y titanio, capaces de soportar una aceleración de 33 km/s², un impacto de 3400G (1G, aceleración de la gravedad en la Tierra), temperaturas de hasta 1.100ºC por una hora y presión acuática en profundidades de hasta 6.000 m., de firma que permite que, en caso de accidente, se logren recuperar los datos e investigar las causas del accidente.
Sistemas en aeronaves
La incorporación de estos sistemas en los aviones permite la mejora de la seguridad en el transporte aéreo, ya que fue posible así detectar fallos que anteriormente daban origen a accidentes graves cuya causa no era posible o difícil de determinar.
En la década de 1950 era frecuente la integración de nuevos equipos a las aeronaves y los pilotos estadounidenses acostumbraban a designarlos como cajas negras. Son, de hecho, los primeros registradores de voz de cabina de color negro. Luego se percibió que, después de un accidente, sería más fácil hallarse con un color más destacado.
Hoy son generalmente presentados en color naranja o rojo vivo y, al contrario de lo que muchos piensan, no posee un transmisor de GPS. Cuando se sumerge, lo que dificulta su identificación visual, la caja negra es capaz de emitir un pulso sonoro de 37,5 KHz a una profundidad de hasta 4.267 m.
Grabadores de cinta compactos
La primera caja negra fue ideada por Adolf Hitler después de la muerte de su amigo y ministro de Fritz Todt, en un accidente aéreo en febrero de 1942. Desde entonces, todos los aviones importantes de la fuerza aérea alemana eran obligados a tener instalado el dispositivo que grababa magnéticamente las conversaciones dentro del avión; sin embargo, el primer prototipo es atribuido al Dr. David Warren en Australia en 1953 debido a que después de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial la invención fue olvidada.
Era al final de la década de 1940 cuando se desarrolló un grabador que usaba como medio almacenado una cinta de metal, que era, de manera inherente, mucho más resistente a las llamas que la cinta plástica convencional. De esta forma, el equipamiento con este tipo de cinta se hizo más apropiado para resistir a un accidente aeronáutico.
Actualmente ya se usan equipos basados en bancos de chips resistentes al fuego e impactos muy superiores. Inicialmente las autoridades australianas dudaron de la utilidad del artefacto y mantenían dudas respecto a la vigilancia a la que eran sometidos los pilotos. Pero en 1958, fue integrado a la aviación británica y estadounidense. Hoy, la caja negra es un instrumento de uso obligatorio y universal, y las autoridades aeronáuticas son unánimes en cuanto a su utilidad y valor. Como respuesta a las reclamaciones de pilotos y sus respectivos sindicatos en época inmediatamente anterior a su introducción masiva, todos los equipos CVR poseen el botón de borrador, lo que permite, después de un puso normal, eliminar todo el contenido almacenado durante el vuelo.
