El 26 de abril 1937 los bombarderos de la Legión Cóndor redujeron a la ciudad vasca de Guernica en cenizas. El ataque aéreo, que duró sólo tres horas, costó la vida a 1645 personas.
Fue un lunes. La ciudad de Guernica en el norte de España, estaba llena de vida: hasta entonces había permanecido prácticamente al margen de la guerra civil española, que se prolongaba desde el año anterior.
Por la noche, comenzaron los ataques aéreos aislados. Alrededor de las 6:30 de la mañana, llegó el ataque principal de los aviones alemanes en sucesivas oleadas. De acuerdo con un diario de guerra de la época, ardían suburbios, casas y puentes, y los pilotos de los 50 bombarderos de la Legión Cóndor dispararon indiscriminadamente su carga mortal.
Se estima que un total de 22 toneladas de explosivos fueron lanzadas sobre esta ciudad del País Vasco, entre las pequeñas bombas incendiarias y bombas de 250 libras. La red de tuberías de agua fue destruida rápidamente, por lo que el fuego se había extendido rápidamente y devoró Guernica.
Estrategia de Göring
Trescientas personas murieron inmediatamente, miles resultaron heridos, porque los aviones tuvieron que cazar fugitivos. Tres cuartas partes de los edificios fueron arrasados en menos de tres horas. Con el fracaso de la toma de la capital de Madrid, la ciudad entró en la mira de los fascistas liderados por Francisco Franco.
El futuro dictador contó con el apoyo de Alemania e Italia. La política nazi de Hermann Göring era utilizar la Guerra Civil española como un campo de pruebas para los pilotos y sus máquinas de su nueva Luftwaffe (Fuerza Aérea).
Guernica se convirtió en un símbolo. Los ataques de la Legión Cóndor se definieron como el primer bombardeo aéreo masivo contra una población indefensa de toda una ciudad en la historia europea. A partir de ahí, el terror contra la población civil se ha convertido en un principio, uniéndose a la moderna maquinaria de guerra.
El pintor español Pablo Picasso capturó el horror en su pintura Guernica, que tuvo lugar poco después de la masacre y que fue realizada como crítica al sistema. Se rumorea que un oficial de la SS alemana le preguntó, apuntando hacia la pintura: “¿Fue Vd. quien hizo eso?, Picasso respondió: “No señor”.
