Ah, el resumen…el mejor amigo de los estudiantes. Todos los que preparan a conciencia un examen saben que, con la gran cantidad de materias que han de ser asimiladas en poco tiempo, revisar puede ser un poco complicado. Pero para algo se inventaron los resúmenes: justamente para ayudarnos a recordar lo que es más importante saber en cada contenido.
Pero he aquí una alerta: saber hacer un resumen no es tan fácil como puedes imaginarte. Dada la importancia de ese gran aliado en el momento de estudiar, presentamos cuatro pasos para hacer un señor resumen.
1. Leer y releer el texto
Sí, hay que leer varias veces lo mismo. Lo primero que debes saber es que preparar un resumen es, también, una forma de estudiar – al final, para poder elaborarlo necesitas estar conectado al asunto. Lo ideal, entonces, es leer, releer y volver a leer texto tantas veces como sea necesario para cerciorarse de su comprensión. Aprovecha el momento en que estés estudiando la materia para hacer algunos ejercicios.
2. Busca los conceptos más importantes y los puntos fundamentales del texto
Ahora que has leído el texto y lo has entendido, ya estás preparado para resaltar lo que hay de importante en él, es decir, cuál es su esencial (y no, no subrayes todo el libro). Es aquí cuando debes intentar buscar las palabras clave sobre el asunto para ayudarte a organizarlo y también destacar en el texto lo que es más importante. Si estás haciendo un resumen de Física sobre termología, por ejemplo, las palabras clave pueden ser: calor, temperatura, dilatación, estudio de los gases, escala Kelvin. Si quieres hacer algo más práctico realiza un esquema a partir de las ideas básicas recogidas.
Además de reunir las palabras clave, puedes también acentuar los elementos y frases esenciales para la comprensión del texto y como un puente memorístico. Por ejemplo, en una materia de ciencias exactas, las fórmulas son esenciales y, por supuesto, no pueden dejar de estar en el resumen. En Historia, por ejemplo, debemos destacar algunos nombres de protagonistas de hechos históricos (por ejemplo: Robespierre en la Revolución Francesa; Otto von Bismark en la Unificación Alemana), y algunas fechas que sean muy representativas (como 1945, año en que terminó la Segunda Guerra Mundial). En Geografía, no podemos dejar fuera los conceptos básicos, sobre todo si hablamos de geofísica.
En el momento de buscar las partes fundamentales de la materia vas a necesitar tener algunas habilidades en interpretación de texto. No sirve de nada subrayar el texto entero, por eso, es necesario entender lo que estás leyendo, lo que hay de indispensable en aquellas palabras. Si tienes errores de interpretación de algunas partes, discútelas con tus compañeros o con el profesor para una comprensión total de los contenidos.
3. Organizar las ideas principales
Ahora es el momento de organizar tu comprensión del tema. Con posesión de palabras clave y las fórmulas, nombres y fechas importantes, es el momento de dirigir el resumen que vas a escribir. Para ello, trata de responder a dos preguntas: 1. ¿Qué está diciendo el texto?; 2. ¿Cómo se lo explicaría a alguien que no entiende la materia? Es importante también intentar enumerar el asunto en tópicos que consideras importante (si se trata de un resumen de Historia, hazlo en orden cronológico de acontecimientos, una línea del tiempo por ejemplo). Es aquí donde puedes ‘dibujar’ un pequeño esquema para el asunto, estipulando el número de conceptos principales, como tres o cuatro, para no sobrecargar el resumen.
4. Escribe el texto con tus palabras
¡A trabajar! Es hora de escribir. Ya leíste y releíste el texto, destacaste las palabras o fórmulas importantes, listaste y esquematizaste todo…debes ser un crack en la materia. Después de todo, escribir va a ser pan comido. Coge el asunto básico general y después sumérgete en los asuntos específicos de esa materia.
Haz el resumen con tus propias palabras. No sirve de nada copiar y pegar textos del libro, porque no estarás absorbiendo conocimiento propio. Cuando escribes sobre un tema, debes forzarte a explicar la materia con lo que aprendiste, lo que ayudar a fijar el contenido en la memoria por más tiempo (al menos hasta antes de llegar a las merecidas vacaciones).
Otro consejo es preparar un cuestionario básico sobre un asunto, con las preguntas que explican los ‘porqués’ de un hecho. Veamos un ejemplo ahora con enlaces químicos:
1. ¿Qué son enlaces químicos? Son los enlaces que los átomos realizan entre sí para formar moléculas.
2. ¿Cuáles son los tipos de enlaces? Enlace iónico o electrovalente, enlace covalente o molecular, enlace covalente dativo o coordinado, enlace metálico.
3. ¿Cómo funciona un enlace iónico? Es el enlace entre los iones, de naturaleza electromagnética. Su resultado final es eléctricamente neutro: la cantidad de electrones transferidos es igual a la cantidad de electrones recibidos. Normalmente los elementos que se unen iónicamente son las familias de IA, IIA y IIIA con la familia VA, VIA y VIIA de la tabla periódica.
Foto/Ilustración: Catherine Lepage/CatherineLePage.com