Asentado el expresionismo abstracto como estilo preponderante, algunos artistas americanas comenzaron a rebelarse contra su carácter estricto y teórico. De esta rebelión nació el llamado Pop Art. Los artistas pop tomaron imágenes de los comunicados publicitarios de los medios de comunicación de masas, de las bandas de cómic, cintas, objetos ordinarios y de la cultura popular. A pesar de que se juzga un movimiento genuinamente americano, tuvo su principio en Londres, en una exhibición de Richard Hamilton y otros artistas. Un precedente del Pop Art se ha encontrado en la obra dadaísta de Marcel Duchamp, específicamente en sus ready-made. Los artistas más sobresalientes del Pop Art americano fueron Andy Warhol, Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Roy Lichtenstein, Tom Wesselmann y James Rosenquist.
La influencia del Pop Art puede detectarse en el hiperrealismo, que nace a finales de la década de 1960 con una temática inspirada en los comunicados de neón, cafeterías y enclaves públicos urbanos y suburbanos. Estas obras se realizaban meticulosamente con ayuda de la técnica fotográfica, y de ahí su nombre inglés de photorealism. Richard Estes, Robert Cottingham y Chuck Close fueron sus representantes más destacados.
La pintura abstracta continuó su evolución tanto en Estados Unidos como en Europa. El Op Art (término adoptado por disconformidad al Pop Art) retomó la vía de las vanguardias racionalistas (De Stijl, constructivismo) y dominó en el terreno de la abstracción a lo largo de las décadas de 1960 y 1970. En el Op Art se emplearon diseños geométricos en blanco y negro o colores brillantes contrastados para hacer anhelos ópticas, con la oportunidad de que el televidente modifique la percepción de la obra con su propio movimiento. Otra tendencia abstraccionista fue el minimalismo, brotado a partir de las austeras composiciones de Josef Albers. En este movimiento, que ganó popularidad a partir de 1965, las formas se reducían a las geometrías más sencillas (cubos, pirámides y prismas) que se emplearon repetitivamente, desde una representación extrema del principio de economía expresiva. El minimalismo osciló entre las vigorosas formas de Kenneth Noland o Larry Poons a los lienzos casi monocromos de Robert Ryman.
En la década de 1970, florecieron otras tendencias inspiradas en la separación con los soportes convencionales, especialmente los cuadros de taller y las esculturas. El arte rompe así sus limitaciones convencionales y se manifiesta en la naturaleza, la ciudad, el cuerpo humano, el mundo ordinario. El arte conceptual, por otro lado, comprende múltiples realizaciones que tienen en común la supremacía de la idea del artista sobre la obra terminada.