Lo primero que pensamos al oír hablar de ‘metal maleable’ es en la película de Terminator 2. ¿Cómo no recordar aquel hombre del futuro que parece imbatible, con ‘cuerpo’ de un metal futurístico que asume las formas que la gente conoce? Pues así es. Sensacional.
Pero si este tipo de metal maleable era obra de la imaginación de alguien muy creativo, ahora vemos que este metal es posible en la realidad.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en los Estados Unidos, decidió que el mundo sería un lugar mejor con terribles T-1000s que cambian de forma, y por eso desarrolló una manera de controlar y manipular metales líquidos.
Trabajando con una aleación de metal líquido de galio (Ga) y de indio (In), los investigadores encontraron que, con la aplicación de un voltaje muy bajo, podrían controlar y manipular la tensión superficial del material. Típicamente, los metales líquidos tienden a convertirse en esferas como resultado de su fuerte tensión superficial. Pero la tensión aplicada reduce esa tensión, haciendo que el material sucumba y se aplane como un crêpe.
El efecto es también reversible. Si la carga aplicada se invierte de negativo a positivo, el metal vuelve a formas esféricas. Así que por ahora, los investigadores no crearán un metal que cambia de forma por sí solo, ni asesinos que viajan en el tiempo con esta tecnología. Pero sin duda le dan una nueva perspectiva a este campo de investigación, dando el puntapié inicial de lo que posiblemente puede revolucionar la forma en que se producen los materiales y circuitos electrónicos.
Si este metal maleable puede hacerse sin control externo, el mismo podría adaptarse automáticamente a la medida de lo necesario, como, por ejemplo, cambiando la forma de la antena de tu teléfono móvil para sintonizar mejor en caso de señales más débiles de cobertura.