La reforma educativa del gobierno del Partido Popular ha sido criticada por toda la oposición y considerada ‘una victoria de los obispos’.
La reforma educativa aprobada por el Partido Popular español prevé que la nota en la disciplina de Religión en la enseñanza secundaria vuelva a contar para la media.
La polémica reforma del ministro educativo, José Ignacio Wert, suscita críticas de toda la oposición. Wert defiende que las medidas son un antídoto para mejorar un sistema educativo que sufre un abandono escolar del 24,5% y obtiene resultados mediocres en las evaluaciones europeas.
Para Wert según Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del Partido Socialista (PSOE), la calidad de la educación española tiene mucha relación con la educación religiosa, con la religión católica, siendo importante para la obtención de becas o para el acceso a áreas como la Medicina.
El tema de la religión siempre ha sido el centro del debate desde la transición del régimen de Franco. Todavía hoy se mantiene una gran polémica por el Concordato firmado con el Vaticano que asegura la enseñanza de la religión católica como materia ordinaria y obligatoria. Por lo tanto, los obispos españoles siempre han exigido que el asunto fuera sujeto de evaluación y contase para la media escolar.
La oposición clasifica los términos de la reforma de Wert como una victoria para los obipsos. Desde la década de 1990, la nota de religión con tenía un valor para la media escolar.
El diario español El Mundo, el más notorio con el centro-derecha, se une a las críticas: ‘Si nos parece excesivo pretender, como los partidos de izquierda, que este texto [la reforma] representa un regreso al nacional-catolicismo, es cierto que la enseñanza de religión en España es doctrinaria y que no debiera contar para las calificaciones’.
El Presidente de la Región de Cataluña, Artur Mas, anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional si la ley no fuera modificada. Sin embargo, Mas tiene todavía otros motivos para molestarse con la ley, por dificultar la enseñanza de la lengua catalana en ámbito nacional.
¿Sigue siendo la política un vehículo transmitido ideológicamente en las enseñanzas dentro de las aulas? ¿Cómo controla la política el impacto en los contenidos dirigidos a la educación española?