Jazz, forma musical nacida hacia 1900 en Estados Unidos. Posee una historia definida y una evolución estilística específica. En su desarrollo ha tomado elementos de la música folclórica; a su vez, la música popular los ha tomado del jazz.
Características del jazz
Desde sus comienzos, el jazz se ha ramificado en muchos subgéneros, lo que hace difícil la realización de una descripción única que se adapte a todos ellos con fiabilidad absoluta. Pero, pueden hacerse algunas generalizaciones, teniendo en cuenta que en todos los casos hay excepciones.
Los intérpretes de jazz improvisan dentro de las convenciones del estilo que han elegido. Por lo general la improvisación va junto a una progresión de acordes de una canción popular o una constitución única que se repiten. Los instrumentistas imitan los estilos vocales negros, incluso el uso de glisandos y portamentos (sonidos arrastrados de una nota a otra), las ligeras variaciones de tono (incluidas las denominadas blue notes, tonos de la escala del blues desafinados a la baja en un intervalo microtonal en relación a la afinación occidental), y los efectos sonoros, como gruñidos y gemidos.
La intención de hacer un sonido personal de color tonal —con un sentido del ritmo y forma individual, y con un estilo propio de ejecución— ha llevado a los músicos al empleo de ritmos que se explican por una sincopación perseverante (los acentos aparecen en momentos espontáneos del compás) y igualmente por el swing, un pulso rítmico único del jazz que se manifiesta en las complejas relaciones entre notas largas y breves. Las partituras escritas, si existen, se usan tan sólo como guías de la estructura dentro de la cual se desarrolla la improvisación. La instrumentación peculiar arranca con una sección rítmica, formada por el piano, el contrabajo, la batería y una guitarra optativa, a la que se pueden agregar instrumentos de viento. En las big bands los vientos se comprenden en tres secciones: saxofones, trombones y trompetas.
Si bien hay excepciones en algunos subgéneros, el jazz habitualmente se encarga de la adaptación de infinitas melodías a algunas progresiones de determinados acordes. El músico improvisa nuevas melodías que se ajustan a la progresión de los acordes, y éstos se repiten tantas veces como se desee a medida que se incorpora cada nuevo solista.
Si bien para la improvisación de jazz se usan piezas cuyas pautas formales son muy diferentes, hay dos estructuras, en específico, que se usan con más frecuencia en sus asuntos. Una es la forma AABA de los estribillos de las canciones conocidos, que está formado por 32 compases divididos en cuatro secciones de ocho compases cada una: la sección A, la reiteración de la sección A, la sección B (el puente, que suele comenzar en una tonalidad nueva), y la reiteración de la sección A. La segunda forma tiene hondas raíces en la música folclórica de la comunidad negra americano, el blues de 12 compases. A discrepancia de la forma de 32 compases en AABA, los blues tienen una progresión de acordes casi uniforme.