International Style o Movimiento moderno, en arquitectura, corriente surgida en las iniciales décadas del siglo XX, que marca una separación revolucionario con las formas compositivas convencionales. El movimiento moderno aprovechó las probabilidades de los nuevos materiales industriales, especialmente el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio raso en grandes dimensiones. Se caracteriza por sus plantas y secciones ortogonales, a menudo asimétricas, la ausencia de ornamentación en las fachadas y los grandes ventanales horizontales divididos por perfiles de acero. Los interiores tienden, por lo general, a ser luminosos y diáfanos.
A pesar de que los orígenes de este movimiento pueden rastrearse ya a finales del siglo XIX, sus mejores ejemplos se cimentaron a partir de la década de 1920, de la mano de arquitectos como Walter Gropius, Mies van der Rohe, J. J. P. Oud y Le Corbusier. El término International Style inició a generalizarse en Estados Unidos tras la exhibición de arquitectura moderna conmemorada en 1932 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, con motivo de la cual Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson escribieron el libro International Style: Architecture since 1922. Igualmente se denomina con el nombre de racionalismo (especialmente en Europa meridional), mientras que el funcionalismo se aplicó a la arquitectura alarmada por el diseño de edificios con criterios estrictamente funcionales, prácticos más que estéticos. Pese a que tras la Segunda Guerra Mundial hubo aún destacadas construcciones dentro de este estilo, las últimas décadas del siglo XX han estado sometidas por otros movimientos críticos, herederos en cualquier caso del movimiento moderno.