En Birmania, los nat, o espíritus, suelen representarse en términos generales como imágenes antropomórficas. En el siglo XI, el monarca Anawrahta de Pagan disoció oficialmente los nat del budismo en Birmania, como parte de un proceso de purificación de la religión del Estado. El monarca codificó los muchos espíritus idolatrados por sus vasallos en una lista oficial de 37. Dicha lista iba siendo actualizada por los monarcas ulteriores, siendo el último en hacerlo el monarca Bodawpaya, a comienzos del siglo XIX.
La construcción de la pagoda de Shwe Zigon, en Nyaung-U, se inició durante el reinado de Anawrahta, y fue terminada por su sucesor Kyanzittha. Dentro del recinto hay un pequeño cobertizo que alberga las imágenes de los 37 nat. Algunos espíritus, como los nat de los árboles o los de los ríos, viven en la naturaleza y son invisibles; sin embargo, la mayoría de ellos se representan bajo forma humana, desde guardianes celestiales hasta figuras históricas o legendarias. Muchos de los nat de Shwe Zigon, pequeñas imágenes de madera, cemento o plástico pintadas con brillantes colores, son de manufactura reciente, si bien uno de ellos, de piedra, pertenece al periodo Pagan (siglos IX al XIII) y representa, a tamaño más grande del natural, al señor de los nat, Sakka, que procede de la deidad hindú Indra.
La pagoda de Shwe Zigon es una de las más veneradas por los birmanos en la actualidad, y a ella llegan peregrinos de todo el país. Su vinculación histórica con los nat es, sin duda, la base de su popularidad, ya que otras stupas, como la de Shwe Hsan Daw, igualmente construida durante los reinados de Anawrahta y Kyanzittha, son más visitadas hoy por los turistas que por los devotos.
El ámbito que ocupan los nat es motivo de debate para los investigadores. Para algunos, están distanciados del budismo y atienden a las necesidades ordinarias que no están observadas en el Theravada, forma de budismo que se practica en el país. Otros, entre los que hay algunos birmanos, se limitan a considerar la coexistencia pacífica de los nat con la devoción a Buda. Eventualmente se hallan figuras de nat fuera del recinto de la pagoda, si bien lo normal es que estén dentro del mismo, aunque no adornen la stupa.
En Shwe Zigon no resulta sencillo ver la imagen de Sakka, ya que está ubicada detrás de barrotes o cristal. Igual pasa con otros nat muy venerados, juntados en una casita situada en un rincón del recinto del templo. A pesar de que se conozca la antigüedad de la imagen, su devoción no precisa una visión clara de la misma; para estimular las ofrendas basta con conocer su presencia y conocer de su poder. Este aspecto de la devoción de los nat es comparable al suceso de llevar un ikat en Sumba; allí, aunque no se vean, saben que los espíritus están tejidos en la tela a la que confieren su poder.