Dentro de la arquitectura románica de los desemejantes reinos que conforman la península Ibérica durante el periodo románico, debemos discernir tres momentos constructivos atendiendo a su desarrollo en el tiempo y a las múltiples escuelas regionales.
En esta localización sobresale el bello monasterio románico de San Salvador de Leyre, en cuya iglesia destaca la cripta, configurada por pilares que aguantan unos macizos capiteles y arcos de medio punto peraltados. El monasterio fue levantado en el siglo XI.
Un primer románico durante el siglo XI, un románico pleno que se desarrolla entre el último tercio del siglo XI y durante la primera mitad del siglo XII, y un tardorrománico que comprende las iglesias románicas con elementos protogóticos alineado en la segunda mitad del siglo XII.
Primer románico
En los condados catalanes del siglo XI, gracias especialmente al impulso del abad Oliva (970-1046), se desarrolla la construcción de una serie de edificios de estructura simple en los que se emplean las novedades arquitectónicas introducidas en Europa por los monjes cluniacenses, caracterizados por el uso de un aparejo rústico, naves cubiertas con techumbres de madera o bóvedas de cañón, zonas absidiales en sus cabeceras, soportes en forma de columnas o pilares, fachadas torreadas y una característica ornamentación exterior a base de arcos ciegos y lesenas o bandas decorativas de tradición lombarda.
Los edificios más representativos de este primer románico catalán son Sant Pere de Rodes, San Vicente de Cardona, el monasterio de Santa María de Ripoll y San Pere de Casserres. El monasterio de Santa María de Ripoll (provincia de Girona), es uno de los cúmulos monásticos más representativos del románico en Cataluña.
Románico pleno
La configuración del llamado románico pleno conlleva la producción de un estilo uniforme, con un lenguaje arquitectónico común, que se difundió por los desemejantes reinos de la península Ibérica a lo largo de toda una serie de edificios religiosos formados con una misma sintaxis plástica y constructiva.
La expansión de la orden cluniacense en España, la interrelación de las desemejantes zonas geográficas a través de las nuevas vías de comunicación, la sustitución de la liturgia visigoda por la romana y el establecimiento de grandes rutas de peregrinación como el Camino de Santiago, cooperaron para la divulgación del estilo románico pleno.
La catedral de Santiago de Compostela, construida sobre el sepulcro del apóstol Santiago el Mayor, comienza el año 1075 bajo los auspicios del obispo Diego Peláez. Como iglesia de peregrinación, recoge en su distribución los precedentes de las iglesias francesas de Saint-Martin de Tours, Sainte-Foy de Conques, Saint-Sernin de Toulouse y Saint-Martial de Limoges. Se constituye de una planta de cruz latina de tres naves, amplio transepto igualmente de tres naves, cabecera con girola y cinco capillas absidiales, torres en su fachada occidental y tribuna en el interior. Su nave central está cubierta con bóveda de cañón, las naves laterales con bóvedas de arista y las tribunas con bóvedas de cuarto de cañón.
En el área castellano-leonesa la peregrinación jacobea produjo la edificación de toda una serie de iglesias en la ruta hasta las reliquias del apóstol. En la colegiata de San Isidoro de León, de planta basilical con tres naves, tres ábsides semicirculares y bóvedas de cañón y arista, a cuyos pies se sitúa el panteón de los Reyes de Castilla, destacan además los arcos lobulados de influencia árabe que aparecen en el crucero. En San Martín de Frómista, construida con el amparo de doña Mayor, viuda de Sancho el Mayor, se desarrolló una de las iglesias románicas mejor preservadas, con planta basilical de tres naves separadas por pilares cruciformes, tres ábsides semicirculares, un cimborrio de tambor octogonal sobre trompas cubierto con una cúpula y torres circulares en su fachada occidental. Otras agrupaciones destacados son los monasterios de Silos y de San Pedro de Arlanza, ambos en la provincia de Burgos.
En las regiones aragonesa y navarra destacan la catedral de Jaca, con sus naves divididas por columnas y pilares cruciformes dispuestos alternamente, el agrupación fortificado de Loarre con sus murallas y su cripta, y la iglesia de Leyre, con su cripta configurada por pilares que aguantan unos macizos capiteles y arcos de medio punto peraltados.
Románico tardío
Por último, debemos referirnos a un agrupación de edificios desarrollados o comenzados en la segunda mitad del siglo XII, considerados por algunos especialistas como edificios completamente románicos, mientras que para otros presentan algunos progresos constructivos de la fase gótico (protogóticos). Hablamos de la catedral de Zamora, la catedral antigua de Salamanca y la colegiata de Toro. El elemento más destacado de los tres edificios es el empleo del cimborrio agallonado sobre el crucero, inspirado seguramente en los modelos bizantinos.